Cada vez más compañías miran al mundo fintech cuando de financiar su negocio se trata. Este es el panorama en Colombia. Y las ventajas de pedirle prestado a una fintech.
La capacidad de encontrar alternativas de financiación para sostener e impulsar su operación es uno de los principales retos de las mipymes en Colombia, que en 2020 vivieron un año plagado de retos que dejó a más de 37.000 de ellas fuera del mercado entre enero y agosto de 2020, según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Responsables del 96% del tejido empresarial del país según el Ministerio del Trabajo, durante los meses de pandemia las mipymes han tenido que convivir con la desaceleración de su negocio, que ha traído como consecuencia retos financieros que van desde pagar la nómina hasta garantizar el capital de trabajo que necesitan para salir adelante.
Esto es un problema también para las finanzas personales de muchas personas que dependen del empleo que generan las mipymes en el país.
¿Pero dónde pueden hacerlo en un escenario en el que las entidades financieras tradicionales aumentaron sus requisitos y disminuyeron sus niveles de riesgo, y con ello su disposición a prestar dinero, a raíz de la incertidumbre económica desatada por la pandemia?
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“En las fintech”, responde con certeza Héctor Aponte, director de producto de Aliatu, plataforma fintech que le presta a las mipymes del país y cuyo crecimiento entre marzo y diciembre del año pasado fue de 1.428%, “porque a diferencia de la banca tradicional, mantuvimos nuestros niveles de riesgo y nuestro modelo flexible de aprobación, con lo cual mantuvimos las puertas abiertas cuando las mipymes más lo necesitaban”.
¿Qué necesita su negocio para ser aprobado por una fintech?
“Yo resumiría las claves en tres puntos: que la compañía tenga un buen nivel de formalidad; que la información que entregue sea actualizada y veraz; y que el uso de los recursos tenga un fin productivo que ayude a crecer el negocio. Con esos elementos, las probabilidades de que la solicitud sea aprobada son más altas”, señala Aponte.
En el mercado fintech usted puede encontrar distintos productos de financiación, que varían en su modelo, en los montos, las formas de pago y los beneficios adicionales, con préstamos que pueden ir desde los $5.000.000 hasta aquellos que rondan los $500.000.000 millones.
Aplicar, cuenta Aponte para el caso de Aliatu, “es tan simple como completar un formulario en línea, subir unos pocos documentos y hacer una entrevista antes de la aprobación, proceso que generalmente toma menos de 72 horas”.
El universo de créditos en línea para mipymes en Colombia es cada vez más amplio, al punto de que incluso hay jugadores enfocados en actividades o segmentos específicos, como el agro, la importación o los emprendimientos liderados por mujeres.
Pero además de la facilidad para aplicar 24/7 desde un computador y recibir respuesta en cuestión de horas, de la disminución en los requisitos para la solicitud y de la velocidad general de los procesos, Aponte destaca la flexibilidad como uno de los mayores beneficios que ofrecen las fintech para las mipymes en busca de financiación.
“Las líneas de crédito que ofrecen las fintech son dinámicas y están diseñadas para adaptarse a flujos de caja y ciclos de negocio de compañías en distintos sectores. Eso permite que las fintech se puedan alinear mejor con las necesidades específicas de cada empresa y prestarle a una ferretería que vende 20 millones de pesos al mes o a una empresa más grande que factura 1.000 millones. Y eso no siempre sucede en las entidades más tradicionales”.