31 % de las mipymes en Colombia no ha reactivado operaciones por la pandemia

Los datos obtenidos en sondeos, encuestas y estudios realizados por la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) arrojaron que, durante el abril y agosto de 2020, un 69 % de los participantes encuestados cesó operaciones por los efectos negativos de la pandemia.

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Los datos obtenidos en sondeos, encuestas y estudios realizados por la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) arrojaron que, durante el abril y agosto de 2020, un 69 % de los participantes encuestados cesó operaciones por los efectos negativos de la pandemia.

De ese porcentaje, 22 % cerró por más de tres meses, 36 % lo hizo entre dos y tres meses, otro 12 % cesó operaciones por un mes o menos mientras que el 31 % aún no se ha reactivado.

Según Acopi, la crisis generada por la emergencia sanitaria y las medidas tomadas, han tenido un fuerte impacto sobre la actividad productiva y su capacidad de generar empleo.

En consecuencia, entre el primer y tercer trimestre del año 78 % y 62 % de las mipymes señalaron una reducción de más del 50 % de sus ingresos traduciéndose en un obstáculo para desarrollar las operaciones al 100 % de su capacidad instalada, al igual que mantener la nómina, por lo que han tenido que adoptar medidas de suspensión y terminación de contratos, deteriorando el mercado laboral.

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Dentro de esta situación, las microempresas han tenido una mayor disminución en sus ingresos que las pymes, los sectores de servicios tuvieron una mayor caída en ingresos frente a los demás y las empresas de la región Andina presentaron mayores reducciones en ingresos que las de la región Pacífico.

Vale mencionar que las mayores dificultades están en el poco capital de trabajo con el que cuentan con un porcentaje de 31 %, le siguen las bajas ventas con 28 %, la baja demanda con 17 %, el poco acceso al financiamiento con 15 %, el bajo abastecimiento con 2 %, el contagio de trabajadores con 1 % y otros motivos con el 5%.

De acuerdo con Acopi, para continuar con sus operaciones, los empresarios del segmento mipyme están adoptando estrategias para hacer uso de la transformación digital, alianzas estratégicas, negociaciones con entidades financieras y con proveedores, reconfiguración del objeto acuerdo y/o negociaciones privadas, fusiones o nuevos socios y asociaciones con otras empresas.

Respecto a las perspectivas para el año que viene en el segmento mipyme, Acopi espera que, en cuanto a actuación pública, la nueva etapa de la pandemia demandará canales, mecanismos e instrumentos más ágiles para atender las necesidades de capital de trabajo, iliquidez y disminución en las ventas. El gremio aseguró que la existencia de un Conpes de reactivación es importante para canalizar el salvamento de empresas.

Apuntó además que, en cuanto a los requisitos de acceso, la entidad seguirá insistiendo en flexibilizarlos para las microempresas en el país.

Por otro lado, frente al ambiente de los negocios, la Asociación inducó qie la incertidumbre que generan las propuestas legislativas de reactivación desde el Congreso de la República, partidos políticos y una posible reforma tributaria podría complejizar la toma de decisiones sobre nuevas inversiones necesarias para la reactivación.

Para Acopi, propuestas como la reducción de la jornada laboral, generalización del IVA y renta básica se convierten en nubarrones que enrarecen el panorama para el crecimiento económico y en especial para el segmento mipyme.

En cuanto a los recursos, la agremiación explicó que el margen fiscal con el que cuenta el Gobierno para hacerle frente a la reactivación económica es estrecho, es por esto que en la búsqueda de financiamiento el Gobierno está accediendo a líneas de créditos y a una posible reforma tributaria.

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“Aún hay incertidumbre frente a una posible financiación vía Banco de la República, tal como se ha hecho en otros países. Adicionalmente, preocupa enormemente la falta de eficiencia en el uso de los recursos del Fome. Esta situación es de vital importancia para enviar un mensaje a los mercados y generar confianza”, resaltó Rosmery Quintero Castro, presidente nacional de Acopi.

La líder gremial pidió la articulación de programas de desarrollo empresarial y su focalización estratégica, pues, según Quintero, son necesarios para disminuir el desempleo y para disminuir la informalidad.

“De no presentarse un mejor desempeño, dinámica y/o clima político en los aspectos mencionados anteriormente, en el primer semestre del 2021 se profundizarán los impactos de la emergencia sanitaria en términos de crecimiento económico y generación de empleo”, concluyó.

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