La agencia Moody’s Investors Service cambió hoy la perspectiva del Gobierno de Colombia hasta negativa desde estable.
Al mismo tiempo, Moody’s confirmó las calificaciones de emisor y deuda senior no garantizada a largo plazo en moneda extranjera y local de Colombia en Baa2 y las calificaciones senior no garantizadas en moneda extranjera en (P) Baa2.
En el caso de las calificaciones de emisor de corto plazo en moneda local y extranjera, también se afirmaron en Prime-2 (P-2).
De esta manera, Moody´s es la tercer firma más importante del mundo en confirmar la calificación de Colombia en las últimas semanas sumándose a Fitch y S&P Global.
El cambio de perspectiva a negativo, dijo en su reporte, refleja los riesgos de que los efectos económicos y fiscales del impacto del coronavirus, que Moody’s identifica como un riesgo social bajo su marco ESG, puedan dejar un impacto duradero en la fortaleza fiscal de Colombia y su perfil crediticio general.
“Luego de un fuerte deterioro en las métricas de deuda en 2020, Moody’s espera que el ajuste fiscal comience en serio en 2022 con resultados supeditados a una reforma fiscal que se discutirá en 2021. En ausencia de una consolidación fiscal importante, es poco probable que las métricas de deuda pública mejoren a mediano plazo, lo que se traduce en un perfil fiscal más débil que el de sus pares calificados con Baa2”, advirtió en su documento.
Agregó que la afirmación de la calificación Baa2 de Colombia está respaldada por el historial del gobierno de políticas macroeconómicas prudentes que respaldan la capacidad de la economía para soportar shocks.
Moody’s señala que los riesgos de vulnerabilidad externa se han mantenido contenidos a pesar del shock externo experimentado en 2020, que incluyó una caída en los precios del petróleo.
El déficit en cuenta corriente se ha reducido y una gran parte del mismo todavía se financia con IED, con el tipo de cambio flexible actuando como mecanismo de ajuste y los colchones de reservas internacionales proporcionando una sólida cobertura, fue el comentario positivo de la calificadora.
Moody’s también considera que la estrategia de financiamiento del gobierno ha sido eficaz para minimizar los riesgos financieros al diversificar las fuentes de financiamiento y limitar los aumentos en los costos de endeudamiento.
Los techos de bonos y depósitos a largo plazo en moneda extranjera de Colombia se mantienen sin cambios en A3 y Baa2, respectivamente. Los límites máximos para bonos y depósitos a corto plazo en moneda extranjera siguen siendo Prime-2 (P-2). Los límites máximos de depósitos y bonos a largo plazo en moneda local siguen siendo A2.
La agencia Moody’s espera que la pandemia conduzca a una contracción del PIB del 7,2 % en 2020 (levemente mejor que la estimación anterior de -7,3 %) y afecte los ingresos del Gobierno.
En combinación con las medidas adicionales de gasto público implementadas en respuesta a las consecuencias económicas y de salud de la pandemia, Moody’s prevé que el déficit fiscal se acercará al 9 % del PIB, lo que contribuirá a un aumento material de 15 puntos porcentuales en la relación deuda / PIB del gobierno general al 67%, por encima de la mediana ‘Baa’ del 61 % del PIB.
La disminución de los ingresos del Gobierno afectará, dijo, la asequibilidad de la deuda, ya que la relación interés-ingresos aumentará al 13 % en 2020 desde el 10,8 % en 2019, una vez más por encima de la mediana del 7,8 % de los países con calificación ‘Baa’.
Los analistas de Moody’s esperan que las tasas de financiamiento del gobierno continúen deteriorándose en 2021 incluso con un crecimiento del PIB de aproximadamente 4.5% -5.0%.
La trayectoria de las métricas de deuda de Colombia dependerá del éxito de los esfuerzos del gobierno en la implementación de un programa de ajuste fiscal exhaustivo en los próximos años, dijeron, además.
Las condiciones preexistentes relacionadas con una base impositiva estrecha para el Gobierno Central y una estructura de gasto rígida complicarán el proceso de consolidación fiscal.
La medida en que una reforma tributaria resulte eficaz para recaudar ingresos de forma permanente será un factor importante que influirá en las perspectivas fiscales y crediticias de Colombia.
En este sentido, dijo la agencia si bien el gobierno ha podido ampliar su coalición en el Congreso, el aumento de las presiones sociales tras la pandemia y las consideraciones políticas relacionadas con las elecciones de 2022 representan desafíos que las autoridades deberán manejar en su búsqueda de avances sustantivos en el frente de los ingresos y actuar para abordar las rigideces del lado del gasto.
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