En un nuevo Summit de Protección, Susana Peñarrubia, directora de Integración de ESG, analizó el funcionamiento y la importancia de las inversiones sostenibles en la fase de la reactivación económica.
De acuerdo con la experta, la coyuntura por el coronavirus aceleró una serie de cambios en las perspectivas de inversión y la necesidad que sienten los dueños del capital por ser más responsables con el dinero que inyectan a determinado plan.
Integrar entonces las estrategias medioambientales y sociales empieza a ser fundamental para aquellos trabajadores que buscan que los ahorros en fondos pensionales contribuyan al desarrollo sostenible.
En ese sentido, dijo Peñarrubia que lo que hace seis o cinco años se concebía como una moda, hoy toma fuerza para quedarse: las inversiones sostenibles son materia de discusión estatal y llevan a la creación de políticas públicas para facilitar su expansión.
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“Ya no es más una moda darles importancia a las inversiones sostenibles. Hay oportunidades que se dan para que el cambio de las perspectivas y preferencias de inyección de capital se modifiquen”, dijo Peñarrubia.
Al mismo tiempo, explicó que las sociedades se han hecho más conscientes de la necesidad de cuidar el entorno. “No hay un segundo planeta. Por eso es que hay cada vez más preferencia por estas iniciativas”.
Por lo demás, hay una serie de cambios e innovaciones que permiten hacer más efectivas estas inversiones. Una de las más importantes concierne a temas sustanciales de la Cuarta Revolución Industrial: la analítica de datos.
“Los datos nos permiten tener una perspectiva mucho más clara de cuáles son los tipos de inversión que se pueden hacer. Hay una serie de oportunidades que, con información, podemos aprovechar”, concluyó Peñarrubia.
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