El Banco de la República dio a conocer un nuevo Reporte de Estabilidad Financiera (para el segundo semestre de 2020), que analiza el detalle del impacto de la crisis económica que llega por cuenta del coronavirus.
Una de las primeras grandes conclusiones es que el sistema financiero no ha sufrido mayores traumatismos estructurales tras la aparición de la pandemia. Ha continuado presentando con normalidad funciones básicas.
A esa respuesta del sistema han contribuido la solidez de las entidades al comenzar la crisis y la oportuna y decisiva respuesta de las autoridades económicas.
Pero existen vulnerabilidades para la estabilidad financiera, la principal en el corto plazo es el riesgo del crédito: la calidad de la cartera está en vilo en un contexto de mucha incertidumbre, explica el informe.
El indicador de riesgo de liquidez, dijo Daniel Osorio, director del Departamento de Estabilidad Financiera del Banco de la República, llegó a la crisis en 225,6 puntos que se mantienen arriba de los 100 que pide la Superintendencia Financiera. Mientras que la solvencia de los establecimientos de crédito cuenta con un indicador del 16,8 %, muy por encima del 9 % que regula la Superfinanciera.
“De otro lado, la cartera total venía acelerándose antes de la crisis. En marzo, cuando entramos a la emergencia, se aceleró un poco. Eso fue fundamental porque contribuyó a que la respuesta de la economía hubiera sido mejor en medio de la pandemia”, dijo Osorio.
Pero en los últimos meses la cartera ha empezado a desacelerarse, con una leve recuperación en el periodo más reciente, de acuerdo con el estudio.
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Adicionalmente, el documento deja ver que en el periodo más reciente el indicador de rentabilidad venía cayendo, ubicándose en el 1,1 %. “Esto va a ser importante para ver la respuesta de esos establecimientos en el futuro”, añadió Osorio.
Agregó el funcionario del Banco de la República que la respuesta de los bancos centrales ayudó a que la distribución de liquidez en el sistema no se pusiera en riesgo.
“El Banco de la República no fue ajeno a la necesidad de reaccionar a tiempo. Vimos al final una respuesta positiva ante la crisis que se venía”, dijo Juan José Echavarría, gerente del Banco de la República.
En el corto plazo entonces la principal vulnerabilidad para la estabilidad financiera se mantiene en el hecho de que existe un contexto de altísima incertidumbre: “Es incierta la trayectoria futura del virus y la eventual necesidad de medidas sanitarias adicionales”, agregó Osorio.
Adicionalmente el informe da cuenta de que el ritmo al cual la materialización del riesgo pudiese afectar la situación de los establecimientos es crucial.
“En medio de la recesión la cartera vencida empezó a caer gracias a las medidas que se tomaron desde el Gobierno y la Superintendencia Financiera. Con la terminación de los alivios, esa cartera vencida volvió a crecer, esa es precisamente la vulnerabilidad a la que nos estamos refiriendo”, agregó Osorio.
El dato sobre el que llama la atención el informe es el referente al crecimiento de la tasa de desempleo en Colombia. “La cartera vencida no aumentó por los alivios, pero hacia futuro, de no recuperarse la tasa de desempleo, el indicador podría ser más alto”.
Finalmente, Echavarría confirmó que el Banco de la República continuará monitoreando permanentemente la situación y tomará las decisiones que sean necesarias en el desarrollo de sus funciones, para contribuir al adecuado funcionamiento de la economía.
Consulte aquí el informe completo.
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