Moody’s Investor Services publicó un nuevo informe en el que señala que la transición energética planteará diferentes grados de riesgo crediticio para las empresas petroleras nacionales (NOC, por sus siglas en inglés) más grandes del mundo debido a las estrategias soberanas emprendidas por los países en donde operan.
De acuerdo con la calificadora crediticia, se pronostica una gran disminución en la demanda de petróleo y gas hasta 2040.
Las petroleras nacionales de los países importadores donde el consumo seguirá creciendo, están menos expuestas a estos escenarios; siendo poco probable una severa reducción en sus ventas siempre que no sean productores ineficientes o de altos costos. No obstante, los países exportadores de petróleo se llevarán la peor parte.
Asimismo, las NOC también tienen algunas de las mayores deudas. Sin embargo, no todas las petroleras nacionales son iguales y sus modelos comerciales varían sustancialmente.
Mientras que algunas NOC están cambiando su modelo de negocio por razones comerciales o para alinearse con los imperativos gubernamentales del cambio climático, la capacidad de otros para hacer la transición está limitada por obligaciones fiscales u objetivos sociales de sus gobiernos patrocinadores, agregó Moody’s.
La exposición a precios bajos prolongados del crudo para las NOC en las economías petrolizadas, donde se depende de la exportación para cubrir el gasto público, les representará un riesgo. En algunos países de mercados emergentes, la necesidad de redirigir capital para hacer crecer sus economías dificultará que las NOC reduzcan la dependencia de los hidrocarburos.
De este modo, para Moody’s las petroleras estatales no están aún bien preparadas para la transición energética; al menos no como sus contrapartes privadas.
En el contexto de la desaceleración del consumo de petróleo y gas en las próximas décadas, los patrocinadores soberanos de las NOC impactarán cada vez más en sus perfiles crediticios; ya sea proporcionando apoyo o actuando como un lastre.
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