Especial multimedia: ¡Sector agro: salve usted la patria!

El agro colombiano tuvo un papel muy importante en el abastecimiento de alimentos en Colombia durante los confinamientos, que fueron ordenados por el Gobierno Nacional como medida de prevención por la pandemia. ¿Cuáles fueron los esfuerzos de este rubro?

Agro, agricultura, cosecha (Foto Pixabay)
Agro, agricultura, cosecha (Foto Pixabay)

La llegada de una pandemia, como la que atraviesa la humanidad actualmente, no estaba ni en los más extremos planes o estimaciones de los gobiernos, empresas, sectores económicos, ni de nadie.

La circulación de un virus, prácticamente desconocido y complejo de combatir, logró hacer estragos en el desarrollo del planeta Tierra y sus habitantes. Tanto así que, hasta las economías y algunas de las compañías más fuertes en el mundo, salieron mal libradas de los efectos negativos que desató, no solo la propagación del virus, sino las medidas que se tomaron para evitar su masiva expansión.

Sin embargo, aunque hubo sectores fuertemente golpeados, otros, con bastante esfuerzo, lograron garantizar algunos productos y servicios para evitar que la economía y el bienestar de las personas se paralizaran del todo, como es el caso del agro colombiano.

El papel de este sector económico y productivo fue clave para amparar algunas de las necesidades de casi 50 millones de habitantes en el país; sobre todo, porque al declararse el estado de emergencia sanitaria en Colombia, el pánico se apoderó de los consumidores, quienes en su afán de no quedarse sin provisiones alcanzaron a generar desabastecimiento en algunos productos farmacéuticos, sanitarios y de la canasta familiar en las primeras semanas del aislamiento obligatorio durante marzo.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural le contó a Valora Analitik que, a pesar de la pandemia por la Covid-19, las buenas cifras que ha registrado el sector agropecuario son alentadoras. Según esta cartera, el sector agro en Colombia se ha destacado en la coyuntura por lograr que, pese a los obstáculos económicos, sanitarios y sociales, exista el abastecimiento suficiente en las centrales de abastos del país para, posteriormente, llegar a las mesas de los colombianos.

Estas maniobras permitieron que, en medio de las dificultades y la emergencia, el sector creciera en el primer semestre de 2020 un 4 %. De hecho, de acuerdo con la información del Ministerio, en solo el segundo trimestre de este año, el valor agregado de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca pesó 9,12 % en el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia. Sin duda, una participación sin precedentes, pues es la más alta desde que hay cifras comparables.

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Por su parte, dentro del valor agregado del sector, los cultivos agrícolas sin café participaron con el 61,3 %, la ganadería lo hizo con el 20,1 %, el café con el 10,8 %, la pesca y acuicultura con el 4,6 % y la silvicultura y extracción de madera con el 3,2 %.

De su parte, Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), le aseguró a Valora Analitik que el campo le cumplió al país garantizando que las plazas de mercado, supermercados y demás superficies tuvieran la oferta suficiente para evitar el desabastecimiento. “El campo le cumplió a Colombia y es momento que Colombia le cumpla al campo. Los más de 12 millones de habitantes que tiene la ruralidad colombiana, y aquellos que se han dedicado a la producción de alimentos si algo han jugado de papel es el de ser garantes de la seguridad alimentaria en todo nuestro país y también del empleo”.

Según Bedoya, al mirar las cifras de crecimiento económico y de empleo se pudo evidenciar que de las pocas actividades que se han logrado mantener está en el sector de la agricultura.

Una de cal y otra de arena

Como ya se sabe, los sectores económicos en Colombia y el mundo, además de los grupos sociales, han resultado afectados en alguna medida por los efectos derivados de la pandemia.

En el sector agro y su actividad sectorial, puntualmente, se observó que en las primeras semanas del confinamiento hubo una reducción en la oferta disponible de vehículos que con las mismas tarifas llevaran las cosechas a los centros de consumo. Hecho que, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, limitó la disposición de los productos del agro en los niveles que históricamente se observaban.

Por ejemplo, en Bogotá, de acuerdo con el Sistema de Información de Precios del Sector Agropecuario (Sipsa), en abril de 2020, el abastecimiento de alimentos llegó a 174.168 toneladas, lo que significó una baja de 11,3 % en comparación con marzo del mismo año.

Según la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá, lo anterior se debió a la cuarentena impuesta por el Gobierno Nacional para mitigar la propagación de la enfermedad Covid-19, que limitó la movilidad de las familias; además, de una menor oferta de alimentos para los feriados de semana santa en el mismo periodo.

Otro momento incómodo para el sector fue la minúscula demanda de algunos productos clave para la industria de servicios y atención al cliente como hotelería, restaurantes y cafeterías, ya que, a raíz de los confinamientos y las restricciones de operación de este tipo de establecimientos, las ventas empezaron a caer.

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Adicionalmente, para rubros como la carne de pollo, el aislamiento también dejó algunos estragos; por ejemplo, al no operar establecimientos de comida como asaderos y piqueteaderos, las ventas de esta proteína se vieron golpeadas, ya que estos establecimientos representaban un canal importante para la venta de sus productos.

Así las cosas, en un primer momento, los precios presentaron caídas importantes; sin embargo, para contrarrestar el descenso, los productores resolvieron ir disminuyendo la oferta de carne de pollo para que sus precios registran algunas alzas.

Hay que decir que, en medio de algunos obstáculos, hubo algunos eslabones positivos, pues los productos que en su mayoría se comercializan en fresco lograron llegar a los diferentes mercados colombianos; sin ver afectados sus precios de forma significativa –salvo en los primeros momentos del confinamiento, cuando se presentó una reacción exagerada por parte de los consumidores-, en línea con el balance que le entregó el Ministerio de Agricultura a Valora Analitik.

Para el presidente de la SAC, hubo algunas complicaciones para el sector en medio de la cuarentena: una ellas es la pérdida de consumidores.

“CON LAS CIFRAS DE JULIO, SE PUEDE VER APROXIMADAMENTE QUE SE HAN PERDIDO MÁS DE CUATRO MILLONES DE PUESTOS DE TRABAJO Y ESO ES UNA REDUCCIÓN DE INGRESOS, Y UNA REDUCCIÓN DE CONSUMO”, JORGE BEDOYA, PRESIDENTE DE LA SAC.

Bedoya, además, precisó que “esto generó, frente a un país que venía con una oferta para una condición de normalidad, un deterioro en el ingreso de algunos de los productores o de los productos que hacen parte del portafolio del sector”.

En suma, el presidente del gremio de los agricultores en Colombia, le contó a Valora Analitik que, puntualmente, hubo algunos temas de coyuntura que afectaron el desarrollo pleno del sector por la falta de coordinación entre alcaldes y gobernadores “que de alguna u otra manera, se fueron resolviendo en un trabajo conjunto, lo que contribuyó a que la situación no fuera crítica desde este punto de vista”.

También, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Colombia, la Acfc (Agricultura Familiar y Comunitaria) se ha visto afectada por la crisis desatada por la pandemia, lo que ha generado un aumento en el precio de los agro insumos, así como problemas de transporte para sacar los productos a la venta, y otros problemas de sequía y vendavales que están impactando al pequeño productor.

El abastecimiento

Antes de decretarse el aislamiento obligatorio en marzo de este año, el pánico ya se había apoderado de los consumidores en Colombia, por lo que se empezaron a ver algunos casos en los que productos puntuales evidenciaron una muy alta demanda, a tal grado de llegar a escasear como ocurrió inicialmente con los antibacteriales, jabones, papel higiénico, tapabocas y otros que estaban dentro de la misma línea.

Por supuesto, que entrada la cuarentena se gestó un miedo generalizado basado en que, a corto plazo, y debido a los confinamientos, la comida también iba a empezar a escasear.

No obstante, el país no tuvo que atravesar un periodo tan complejo como este gracias a los esfuerzos del campo colombiano para mantener el sistema a flote, a pesar de las complicaciones para producir, cosechar, distribuir y comercializar.

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De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el Boletín mensual de Abastecimiento de Alimentos, entre febrero y marzo de 2020 se registró un aumento en el ingreso de alimentos en 4,77 % del volumen total abastecido con relación al lapso inmediatamente anterior en los mercados que cubre la investigación de abastecimiento del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (Sipsa).

Según el Dane, en este periodo se observó que en 22 de las 29 centrales mayoristas se incrementó el abastecimiento en los grupos de alimentos.

A su vez, el Ministerio de Agricultura el contó a Valora Analitik que, en el marco de la emergencia sanitaria, el reto fue mantener y garantizar la cadena de abastecimiento de alimentos, para ello, se adelantaron acciones y se fortalecieron sus diferentes eslabones.

Por ejemplo, desde el Ministerio, se logró llegar a una total normalidad en el suministro de productos alimenticios durante esta coyuntura. “En este punto, importante resaltar el compromiso de los productores del agro, que aún en medio de la situación que ha generado la Covid-19, jamás dejaron de trabajar y producir los alimentos que llegaron todos los hogares de los colombianos”, resaltó la cartera del Agro en Colombia.

Según la información reportada por el Sipsa, entre enero y los primeros 15 días de agosto de 2020 ingresaron a las 29 plazas de mercado más importantes del país unas 3’838.876 toneladas de alimentos. Y tras un seguimiento que ha adelantado el Ministerio de Agricultura a estos datos, con apoyo de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), se logró conocer que desde el inicio del aislamiento preventivo por la Covid-19 se registró el ingreso de 2’777.502 toneladas de alimentos al mismo número de plazas de mercado ubicadas en 21 ciudades de Colombia.

En agosto de 2020, en línea con el informe del Dane, la participación en el volumen total de acopio de los alimentos la lideró la central de Corabastos en Bogotá con un 31,93 %; seguida de la Central Mayorista de Medellín con 10,43 %. Por su parte, siguió Centroabastos en Bucaramanga con 9,06 % y Cavasa en Cali con una participación de 5,67 % en el total de las 29 centrales que abarca el Sipsa.

Además, en el mismo periodo, el grupo de tubérculos, raíces y plátanos tuvo la mayor participación del acopio total de alimentos con 29,23 %, seguido de verduras y hortalizas con 27,69 %, frutas con 24,54 % y finalmente la categoría de otros grupos que contempla carnes; granos y cereales; lácteos y huevos; pescados y procesados, con 18,53 %.

Valora Analitik habló con German Palacio, gerente general de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa), quien aseguró que, acertadamente, el Gobierno Nacional decretó un confinamiento estricto, pero permitió que la función del gremio agropecuario siguiera de manera normal. “Los productores de papa en particular seguimos entregando el producto en las cantidades requeridas por el mercado, por la industria, por los consumidores finales. Tuvimos inconvenientes iniciales por la movilización en algunos de algunos productores, en la movilización de los insumos agropecuarios y en la movilización del producto como tal en las plazas de mercado”.

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Palacio agregó que “también hubo inconvenientes para entrar el producto final, lo que ocasionó grandes pérdidas a los productores al llegar a, por ejemplo, Corabastos con su producto en las horas de la madrugada y no poder ingresar a comercializar su producto. Otro de los inconvenientes más grandes que tuvimos con el producto fue con el costo de los insumos agropecuarios el dólar subió y muchos fertilizantes e insecticidas, y productos que necesitamos para la producción subieron en gran medida”.

En el siguiente audio, podrá escuchar toda la entrevista con Germán Augusto Palacio Vélez, gerente general de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa).

Por su parte, la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia, Asocaña, en entrevista con Valora Analitik, reveló que, durante estos meses de pandemia, y pese a las dificultades presentadas en diferentes frentes, la agroindustria de la caña no dejó de producir.

Entre enero y julio de 2020 el sector produjo en promedio 170.000 toneladas de azúcar por mes, una cifra muy superior a la demanda interna, que es de 136.000 toneladas mensuales. Por lo que el gremio asegura que no hay riesgo de desabastecimiento de azúcar en el país.

Además, por el lado del bioetanol, durante el mismo periodo se han producido 31 millones de litros de etanol promedio mes, para el programa de oxigenación de gasolinas.

Para el presidente de la SAC, todos los rubros que componen el sector agricultor en Colombia buscaron todos los mecanismos para garantizar la seguridad alimentaria, generación de empleo y el crecimiento del agro.

Entre tanto, Valora Analitik, en una entrevista en vivo con Camilo Montes, promotor del crecimiento empresarial y el desarrollo regional de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), resaltó el rol de la industria de alimentos para superar la pandemia en el país. Vea acá la entrevista completa.

Asimismo, la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama), en entrevista con Valora Analitik, indicó que el sector pudo continuar con su actividad gracias a que la agricultura hizo parte de las excepciones definidas por el Gobierno Nacional para operar pese a los confinamientos, y a los protocolos sanitarios y de bioseguridad que se implantaron desde el primer momento de la pandemia en el país.

Lo anterior, según el gremio, garantizó la sostenibilidad del empleo, el ingreso económico percibido por los productores y trabajadores. “Resultado de este compromiso, según los datos del Dane, las exportaciones de banano para el primer semestre del año, pasaron de 302.124,56 toneladas, en 2019, a 333.619,31 toneladas en 2020, lo que implicó una variación de 10,4 %. Además, se registró un movimiento de 17.036 contenedores, lo que significó un incremento de 3,8 % en comparación con el año pasado (620 contenedores más)”, expuso Asbama a este medio de comunicación.

El trampolín del sector

Desde las distintas entidades que asisten al sector agricultor en Colombia se han fijado diferentes procesos y medidas que se han encargado de, no solo estimular el sector, sino de preservarlo y fortalecerlo para eventualidades complejas como la pandemia por la Covid-19.

Por ejemplo, la Agencia de Desarrollo Rural le contó a Valora Analitik que, en la búsqueda de mantener la producción y comercialización de productos, pero garantizando el cuidado y protección de los productores rurales, se orientó a realizar servicios y labores de campo, como los mercados campesinos, que en total llegaron a 34: uno presencial, 31 virtuales y dos bajo la modalidad mixta en los que se lograron ventas directas por $298.667.111 (participaron alrededor de 124 organizaciones y 1.518 productores individuales).

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“Durante el período de pandemia, la Agencia desarrolló la estrategia ‘ADR a un Clic’, una iniciativa para facilitar la presentación y recepción de perfiles productivos por parte de las asociaciones de productores del país. 3.960 perfiles de proyecto fueron presentados en la convocatoria que tuvo lugar entre 20 de mayo y el 25 de julio. Los 1.539 perfiles de proyectos que cumplieron los requisitos iniciarán la fase de diagnóstico. En esta etapa, a través de la Unidad Técnica Territorial correspondiente a la zona donde se pretende implementar el proyecto, se realizará un análisis integral de las condiciones de las Organizaciones, las Entidades o Esquemas Asociativos Territoriales que presentaron la iniciativa”.

Del lado del Ministerio de Agricultura, hay varias estrategias para atender la emergencia y garantizar el abastecimiento como:

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Entre tanto, la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama) estableció un plan de contingencia para ayudar a mitigar el impacto negativo que la pandemia que incluyó una serie de recorridos por 181 fincas y cuatro cooperativas bananeras con el objetivo de capacitar a más de 10.000 personas, entre productores y empleados, sobre las medidas de bioseguridad que deben cumplir para evitar la llegada, dispersión y propagación del virus en sus lugares de trabajo y su comunidad.

Adicionalmente, la Federación Nacional de Cafeteros entregó, hasta julio de 2020, 17.200 kits de bioseguridad a los colaboradores de la institucionalidad cafetera y a los caficultores más vulnerables del país. La entrega inició en junio y llegará a diez departamentos cafeteros, empezando por Magdalena, Santander y Norte de Santander. Vale mencionar que se priorizó a caficultores mayores de 60 años con menos de una hectárea en café y cosecha de segundo semestre para apoyar a los pequeños productores.

Las opciones son muchas así como las perspectivas que le apuntan a que el sector de la agricultura sea cada vez más fuerte y sólido dentro de la economía colombiana. Por tal razón es importante esperar la evolución del 2021 para conocer a ciencia cierta si las apuestas para estimular en agro en el país fueron suficientes para reconocer su papel protagonista en Colombia, sobre todo en la actual contingencia, para mantener a casi 50 millones de habitantes, o si, en definitiva, queda faltando cinco para el peso.

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