Pajonales, Mavalle y Unipalma: tres referentes de diversificación y evolución socioambiental del agro colombiano

Entre las organizaciones del sector agroindustrial resaltan los avances que realizan aquellas que pertenecen a Corficolombiana: Organización Pajonales, Mavalle y Unipalma.

Francisco Bejarano, presidente de Organización Pajonales
Francisco Bejarano, presidente de Organización Pajonales

Entre las organizaciones del sector agroindustrial de Colombia que más han multiplicado sus acciones, desde el punto de vista de innovación medioambiental y social, se destacan aquellas que pertenecen a Corficolombiana: Organización Pajonales, Mavalle y Unipalma, las cuales desde una perspectiva sostenible han contribuido al desarrollo del agro a nivel regional y nacional.

En diálogo con Valora Analitik, Francisco Bejarano, presidente de Pajonales, explicó varias de las acciones que adelantan estas organizaciones en la actualidad y que reflejan el gran impacto en el sector agroindustrial en épocas de Covid-19.

La labor diversificada de Pajonales en Tolima

Sobre Pajonales, Bejarano destacó que es un importante referente en varios municipios del Tolima como Ambalema, Lérida y Venadillo, entre otros, que suman cerca de 6.000 hectáreas, donde se ha tenido una importante presencia con cultivos como arroz, maíz, algodón y heno pangola. A su vez, han sido precursores de una ganadería de tradición con más de 2.900 cabezas de animales, convirtiéndose en una importante despensa genética para Colombia, y han incursionado en la actividad piscícola con productos como mojarra roja, mojarra plateada y especies nativas a través de permisos que han tenido con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap).

Pajonales, Mavalle y Unipalma: tres referentes de diversificación y evolución socioambiental del agro colombiano

Bejarano resaltó que Pajonales es actualmente un gran impulsor en esta región del país del empleo y desarrollo social a través de la innovación: “tenemos un largo recorrido en investigación y genética para el desarrollo de nuestros cultivos de arroz en distintas zonas de Colombia y, adicionalmente, tenemos un fuerte foco en lo social donde trabajamos de la mano de nuestros colaboradores y las comunidades aledañas, lo que además nos ha permitido en los últimos meses hacer un especial hincapié en las medidas de prevención contra el Covid-19”.  

Bajo la misma sombrilla de la innovación, uno de los grandes fuertes de Pajonales es la rotación de cultivos que realiza con el fin de promover el uso del suelo de una manera sostenible y evitar al máximo la presencia de malezas, velando de esta forma por la calidad de los productos y el futuro de las tierras a través de siembras de tipo semestral.

En este sentido, Pajonales tiene planes estratégicos donde se ha propuesto ser líder en semillas de arroz de alta pureza y excelente calidad, lo que los obliga a mantener un trabajo permanente y cuidadoso sobre su principal activo: la tierra.

“Cuando uno solo se enfoca en cultivos de ciclo corto se pueden generar malezas y si además no hay un adecuado uso del suelo, seguramente, este se deteriorará. Nosotros hacemos investigación y desarrollo en genética de arroz permitiendo a los agricultores tener acceso a materiales que permiten mayor productividad optimizando recursos, lo que redunda en bajos costos. También producimos arroz comercial, el que vendemos a los molinos. Rotamos nuestras tierras con maíz o algodón para descontaminar los suelos y aprovechar el recurso hídrico como activo necesario, así sacamos al mercado productos de excelente calidad y a la vez que cuidamos el recurso “suelo”. Es algo fundamental que hacemos en Pajonales”.

En esa misma línea se ha generado una sinergia entre ganadería y agricultura permitiendo aprovechar los subproductos de cosecha en la alimentación de los animales y reduciendo la huella de carbono emitida por los mismos.

Bejarano explicó que esta rotación contribuye con la misión de Pajonales de ser promotor de una actividad agropecuaria sustentable, pues si bien es cierto que la ganadería genera gases de efecto invernadero, la rotación con los cultivos se hace de manera eficiente, con el manejo adecuado de los desechos de los animales y de los cultivos su puede pensar en el aprovechamiento para generar energía, algo en lo que se quieren encaminar a futuro.

Otro factor clave es optimizar la carga animal por hectárea, en lo que Pajonales viene trabajando desde hace varios años con el fin de tener más animales por hectárea, acercándose a registros como los que tienen organizaciones en regiones como Santander o el Magdalena Medio.

Otra línea de negocio que ha marcado un valor diferencial es la división de bioinsumos, siendo una de las compañías que lo hace en Colombia y que cumple un rol fundamental, a lo que Bejarano añade “En Pajonales constantemente estamos en búsqueda de nuevas tecnologías que nos permitan hacer más eficientes, al tiempo que amigables con el medio ambiente, nuestros procesos productivos. Partiendo de este principio, entendiendo el impacto que la actividad humana tiene sobre su entorno y vislumbrando una agricultura sostenible”.

Tras evidenciar el impacto positivo que los bioinsumos tienen sobre nuevos cultivos, como la reducción de costos en fertilización y la disminución de la incidencia y/o severidad de enfermedades, en Pajonales nos convencimos de la necesidad de transferir comercialmente esta tecnología a los agricultores del país. Nuestra planta tiene una capacidad de producción hasta 120.000 litros por año y nuestros clientes tienen la oportunidad de (1) reestablecer el equilibrio biótico de sus suelos, (2) aumentar sus producciones reduciendo costos y (3) ofrecer productos inocuos que permiten proteger el medio ambiente, esto en consonancia con uno de los principios del milenio establecidos por Naciones Unidas, dijo Bejarano.

De otro lado, como compromiso con el sector agro, Pajonales realiza un evento de referencia y de gran impacto a nivel regional y nacional como lo es Agroshow, la feria agropecuaria a campo abierto más importante de Colombia, que en el 2020 cumplió 11 ediciones dando su aporte a la competitividad y a una agricultura sostenible. Esta feria crece cada año y se posiciona como el espacio ideal para que los asistentes accedan a información actualizada, conozcan de primera mano la oferta que viene para el sector y vivan una inmersión en la tecnología, los desarrollos y las soluciones que les permitirán encontrar nuevas oportunidades para desempeñarse en un sector de manera competitiva.

En materia ambiental, también destaca el trabajo por la conservación de la cuenca hídrica del río Venadillo a través de asociaciones locales y la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) con lo que se busca la fortaleza de actividades como talleres sociales y técnicos, viveros y huertas comunitarias, sistema de saneamiento básico a las viviendas, capacitaciones sobre la transformación de alimentos, adopción de nacimientos, reforestaciones con especies de guadua, bore, forestales y frutales, además de la delimitación de los predios, entre otras.

En cuanto al manejo del Covid-19 y la coyuntura sanitaria por la pandemia, uno de los objetivos centrales de la organización ha sido velar por el bienestar de los colaboradores y sus familias en esta zona del país, por lo tanto para promover el cuidado y contribuir con la prevención y riesgo de contagio, el personal de bienestar laboral ha trabajado de la mano con las autoridades de los distintos municipios que rodean de la actividad de la compañía.

“Se habilitaron espacios culturales para promover el correcto lavado de manos, el uso del tapabocas, así como concientizar al personal de evitar reuniones familiares y aglomeraciones. Entregamos kits de bioseguridad y alcohol y nos vinculamos en programas para que las familias más vulnerables pudieran tener mercados y alimentos”, mencionó el presidente de Pajonales.

Mavalle, líder en manejo del caucho y capturas ambientales de CO2

Mavalle, ubicada en el municipio de Puerto López, Meta, es pionera en la siembra y transformación de caucho natural, cuenta con un área propia de 444 hectáreas y administra unas 9.750 hectáreas de caucho de terceros, en Puerto López y Puerto Gaitán, donde 4.600 aproximadamente se encuentran en plena producción y las restantes aún se encuentran en estado de inmadurez.

Mavalle imagen Colombia

Actualmente, y como empresa inclusiva y diversa, la organización cuenta con 893 colaboradores en su totalidad, de los cuales, un 17% de la mano de obra vinculada corresponde al género femenino, y un 22% proviene de etnias propias de la región.

La actividad agroindustrial de Mavalle se ha guiado por una búsqueda continua de los más altos estándares de calidad, la protección del medio ambiente, el desarrollo social y la prosperidad de las comunidades vecinas.

La gran calidad del producto y sus buenas prácticas han permitido que su caucho TSR (Technically Specified Rubber) resultado de procesar el caucho natural, sea materia prima para llanteras como Vipal, Neotec y Levorin (las dos últimas filiales de Michelin), en Brasil, Corporación de Occidente en México, actualmente Mavalle está inmersa en varios procesos de homologación con llanteras como Goodyear, Continental, Bridgestone y Tornel, las cuales le exigen a la industria garantizar el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.

En áreas que anteriormente fueron dedicadas a la ganadería y que no generaban beneficio ambiental y tampoco empleo formal, hicimos el establecimiento de más de 5.550.000 árboles en las más de 10.000 hectáreas de bosques de caucho natural, junto con la prohibición de la tala y las compensaciones forestales con árboles nativos, han contribuido significativamente a mitigar el impacto ambiental sobre los bosques nativos de la región.

Así mismo, estos más de cinco millones de árboles han tenido un impacto significativo en la mitigación del cambio climático por su capacidad de captura y fijación de dióxido de carbono (CO2) atmosférico, un gas de efecto invernadero (GEI). Esto nos ha permitido la generación de más de 480.000 bonos de carbono.

Del mismo modo, siendo el agua un recurso fundamental para el desarrollo de la actividad agroindustrial en Mavalle, trabajamos en pro de su conservación mediante la preservación de la capa vegetal de la cuenca hídrica, la captación de agua lluvia para las labores agroindustriales, el uso restringido del recurso en las épocas secas del año y la implementación del Programa para el Uso Eficiente y Ahorro del Agua, PUEAA.

Adicionalmente, para compensar el uso que hacemos de las aguas superficiales y subterráneas y contribuir al mejoramiento del ciclo hidrogeológico, hemos plantado más de 23.000 árboles de especies originarias de la zona en alrededor de 21 hectáreas de suelos pertenecientes a la ribera del río Meta.

Otro de los logros fundamentales de Mavalle ha sido certificarse en la implementación de prácticas para el correcto desempeño medioambiental y social, entre las que se encuentra la última obtenida por Ecovadis, con lo que se busca “generar confianza en todo el proceso, pues se garantiza una trazabilidad desde la actividad agroindustrial hasta la compra final del producto. Nosotros obtuvimos la medalla de plata gracias a todo nuestro trabajo en la parte de Responsabilidad Social Empresarial, RSE”, dijo Bejarano.

Bajo la misma línea sostenible, también se ha logrado el fortalecimiento del tejido social en su zona de influencia, a través de la inclusión de comunidades indígenas, logrando tener una buena representación de mano de obra de esta población. Así mismo, se promueven proyectos alternativos como uno de apicultura que pretende generar nuevos empleos con proyectos productivos a largo plazo.

En materia de responsabilidad social, Mavalle ha liderado iniciativas como red seguridad alimentaria, habilidades parentales, Líderes unidos por el progreso comunitario, educando a la primera infancia con calidad y juventud y tecnología, un salto hacia el futuro y desarrollo, todos estos proyectos dejan ver múltiples focos en áreas de interés para sus poblaciones de influencia.

En cuanto a su apoyo por el Covid-19 con familias vulnerables, se destaca la entrega de 850 mercados, entrega de kits antisépticos y labores de desinfección de las calles de poblaciones vecinas en el Meta.

Unipalma multiplica su actividad con comunidades y avanza en certificaciones ambientales

Unipalma de los Llanos es la empresa de Corficolombiana dedicada al cultivo de palma de aceite para la que se despliegan cerca de 5.200 hectáreas en Cumaral (Meta) y que emplea a personas de este departamento y de Cundinamarca.

Imagen Unipalma Colombia

Adicionalmente, la compañía tiene cerca de 250 hectáreas con el banco de germoplasma de la palma africana que le permite producir semilla y relanzar ese producto desde la parte agronómica con alta calidad, un proyecto para reactivar a mediano plazo.

De este modo, se obtiene un aceite de palma bajo las mejores condiciones y con un alto potencial de crecimiento y optimización con base en los recursos que generan.

Para ello, también es fundamental la vinculación de esfuerzos ambientales, por lo cual actualmente se encuentra en proceso de implementación de estándares de sostenibilidad en principios y criterios de la mesa redonda para el aceite de palma sostenible (RSPO – Round Table on Sustainable Palm Oil) y el estándar de sostenibilidad y carbono ISCC (International Sustainability and Carbon Certification), contribuyendo en todos los temas sociales y ambientales y buscando ofrecer un producto sostenible, asegurando las buenas prácticas en nuestra operación, explicó Bejarano.

Este es un gran paso para Unipalma, pues la RSPO es una organización voluntaria que une los siete grupos relacionados con la producción de aceite de palma: productores, procesadores o comerciantes, fabricantes de bienes de consumo, minoristas, bancos e inversores, y ONGs sociales y medioambientales. La certificación RSPO se basa en la conformidad de cada eslabón de su cadena de suministro.

En cuanto a su impacto social, resalta el apoyo hacia asociaciones locales, así como la creación del Banco Comunal en la vereda Japón que cumple más de cinco años y que comenzó con un capital conjunto de $2 millones aportados por la comunidad y $8 millones por Unipalma.

Actualmente, el banco comunal continúa ofreciendo sus servicios de crédito contado con una base de aproximadamente 24 millones de pesos, los cuales en esta crisis sanitaria por Covid-19 han servido para realizar aproximadamente 48 créditos con valores que van desde $700.000 hasta $3 millones.

Los requisitos principales para acceder a estos créditos son pertenecer a la vereda y estar inscrito en el libro de la junta.

Respecto a su atención en la pandemia, se destacan las actividades de prevención en la zona de influencia (Veracruz, Candilejas, Garagoa, Japón, Medina, Cuarteles y la Venturosa). Dentro de estas actividades se mencionan las siguientes:

Dentro de plantaciones y haciendas:

        Toma de temperatura al ingreso a la plantación, evitando la entrada de personal con temperatura mayor a 38°.

        Entrega de kit con tapabocas y gel antibacterial por 60 ml.

        Sensibilización según protocolo (lavado de manos, uso del tapabocas y medidas preventivas para evitar la propagación del virus).

        Recomendaciones para protocolo de llegada a la casa.

        Demarcaciones de distanciamiento social.

        Desinfección de vehículos que ingresan a la plantación (carros, camiones, motocicletas y bicicletas).

        Aplicaciones diarias de encuesta de síntomas.

        Campañas de prevención e información a través de carteleras informativas en puntos estratégicos de la plantación.

Francisco Bejarano concluyó que las labores desde estas tres organizaciones “están marcadas por la transversalidad”, con una sólida estructura administrativa en el sector agroindustrial y respaldadas por Corficolombiana.

Convierta a Valora Analitik en su fuente de noticias