La próxima semana, el Banco Agrario de Colombia cumplirá dos años bajo la gestión de su presidente, Francisco Mejía, periodo en el que la entidad ha reimpulsado la colocación de créditos para los productores de diferentes tamaños, desplegado una estrategia digital y alcanzado eficiencias y reducción de costos a través de su reestructuración.
Por ello, en diálogo con Valora Analitik, Mejía dio el balance de la entidad luego de dos años, en los que “hemos abarcado una gran agenda de cambio para el Banco Agrario, en tres frentes principales: tecnología, cambio de cultura y reestructuración”, dijo.
Tecnología
En cuanto a tecnología, los avances han sido muy exitosos, gracias a desarrollos como MoviAgro, la herramienta con la cual dotaron a la fuerza de ventas con tabletas electrónicas para que puedan visitar a los productores y otorgar créditos en campo, “ahorrando tiempos de respuestas en la aprobación y otorgamiento,
Así mismo, con Banco Agrario App se actualizó tecnológicamente al banco, y esta “ofrece una app igual de competitiva a la que tiene la banca colombiana, con toda la solidez necesaria. También lanzamos la iniciativa portal de referidos, con la que el productor que requiere créditos puede solicitarlo a través de corresponsales bancarios, con lo que crece la capacidad de acceso a los servicios financieros”.
Cultura organizacional
En este ítem, Mejía indicó que la cultura y valores del Banco Agrario se han arraigado a lo largo de estos dos años de gestión bajo el desempeño mejorado respecto a como se venía haciendo, pues “había intereses clientelistas. Nos sorprende que el senador Roy barreras invente una falsa privatización que no existe”, apuntó el presidente de la entidad, respecto al cambio que ha tenido la entidad, con personas cada vez más interesadas en servir al campo colombiano.
Por ello, si bien reconoció que a su llegada se encontraron personas competentes, también se implementaron cambios para el servicio, se reforzó el equipo gerencial y en la red comercial para mejorar la operación, el acceso a créditos y agilizar procesos.
Reestructuración
En este sentido, Mejía explicó que, desde junio del año pasado, con el propósito de mejorar las eficiencias y reducir costos elevados que había previo a su gestión, se han eliminado 213 posiciones de altos salarios, las cuales costaban alrededor de $20.000 millones por año.
A su vez, el equipo de asesores se ha reforzado con la contratación de más de 400 en el país, por lo que “hemos enfatizado en eliminar costos redundantes y, en vez de ello, fortalecer nuestros servicios de cara al cliente, con la fortaleza de la operación en la ruralidad”.
Además, se ha tenido cero tolerancia frente a la corrupción en contratación, por lo que desde hace dos años cambiaron procesos, se renegociaron algunos contratos y se ha arraigado la cultura de austeridad como parte de estos cambios organizacionales y que eran necesarios para la entidad, comentó el presidente del Banco Agrario.
“En 2019, tuvimos ahorros por $63.000 millones frente a 2018 y la reducción continua sin afectar la operación. Al cierre de junio de este año llevamos ahorros cercanos a $20.000 millones. Eran cambios necesarios y los resultados reflejan que se dieron rápidamente”, agregó.
También apuntó que bajo esta política no se favorecen ni se perciben favoritismos para contratistas y todos estos procesos se hacen siguiendo los preceptos de transparencia de la entidad.
Balance en más cifras
De este modo y bajo una estrategia clave para atender al productor colombiano, desde agosto de 2018, el Banco ha revertido la tendencia en la cartera del banco que caía por entonces un 3,6% y con baja en desembolsos para pequeños productores del 11%. Ahora, la cartera en ese periodo ha crecido a más de un 7%.
Esto se refleja en desembolsos desde entonces al sector agro en específico por $7 billones, de los cuales $5,4 billones han ido a pequeños y medianos productores, “lo que tiene un impacto en producción y actividad muy vigorosa”, enfatizó Mejía.
A su vez, indicó que esto se ha podido lograr luego de venir de una tendencia muy preocupante, “con aumentos desproporcionados en costos, por lo que nuestra política de austeridad inteligente para hacer todo más transparente, ante quejas de proveedores y temas que no eran claros, han redundado en el beneficio del campo colombiano”, dijo.
Atención en primer semestre y frente al Covid-19
De otro lado, el presidente del Banco Agrario también abordó el balance puntual del primer semestre de 2020, periodo en el que se han otorgado $1,6 billones durante la pandemia, 21% superior frente al año anterior.
Esto refleja un crecimiento de 10,1% en desembolsos para pequeños productores y 33,5% para los medianos. Además, Mejía, destacó que “en medio de la pandemia, esta entidad financiera ha sido determinante en el apoyo a la producción agropecuaria, ya que mientras el sistema financiero disminuyó sus colocaciones en un 26%, el Banco Agrario creció, garantizando así créditos y recursos necesarios para la producción de agricultores”.
También ha sido de gran aporte la línea ‘Crédito Avanza Colombia’, la cual se concibió con el apoyo del Fondo Nacional de Garantías para apoyar a micro, pequeñas y medianas empresas y a trabajadores independientes afectados por el Covid-19. Así, ya se supera la entrega de alrededor de $400.000 millones a un público alterno al sector agro.
“Esto nos permite tener un balance muy positivo en el marco de esta pandemia, pues el Banco Agrario eleva su participación en este segmento teniendo en cuenta los desembolsos a pymes e independientes. Es algo muy satisfactorio”, concluyó Mejía.
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