El impacto de la pandemia de coronavirus en el crecimiento económico y las finanzas públicas de América Latina continúa ejerciendo presión sobre los perfiles de crédito soberano en la región, reveló Fitch Ratings en un nuevo informe.
Esto se refleja en la alta proporción de calificaciones soberanas en perspectivas negativas en la región, incluso después de una serie de rebajas este año.
La proporción de soberanos latinoamericanos con perspectivas negativas casi se ha duplicado desde finales de 2019 a alrededor del 70% (excluyendo aquellos calificados como ‘CCC’ o inferiores).
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Fitch destacó que la región se ha convertido en el nuevo punto neurálgico de la pandemia global, habiendo registrado inicialmente muchos menos casos de Covid-19 que los países afectados en Europa y Asia.
A pesar de cierta recuperación en los precios de los productos básicos (especialmente el cobre), Fitch sigue revisando a la baja las previsiones de PIB para 2020 en la región y sus economías más grandes a fin de reflejar los débiles datos entrantes, la extensión de los bloqueos en algunos países, la dificultad para reducir las medidas de distanciamiento social y el riesgo económico prolongado donde los intentos de contener el virus han sido menos efectivos.
“Prevemos que el crecimiento económico regional se reanudará el próximo año, pero esto no devolverá el PIB a los márgenes previos a la pandemia y existen más riesgos sustanciales, incluida una segunda ola de infecciones en las economías desarrolladas que desaceleren la recuperación global, además de la intensificación de la pandemia en América Latina”, agregó la calificadora.
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Las previsiones indican que el déficit fiscal promedio de los gobiernos en la región alcanzará casi el 9% del PIB en 2020, lo que sería casi el triple del promedio de 2009. “Se han suspendido los anclajes de la política fiscal, como reglas fiscales o los límites máximos de deuda, pues estos aumentarán bruscamente este año. Las tasas brutas de deuda en la región habrían aumentado aún más si no fuera porque algunos soberanos se sumergen en la estabilización o en fondos o depósitos soberanos para financiar un mayor gasto”, apuntó Fitch al respecto.
EL informe también señala que es probable que se produzca cierta reducción del déficit a medida que haya recuperación económica y se desarme la ayuda fiscal. Pero sin medidas estructurales, será difícil acelerar los esfuerzos de consolidación para reducir las elevadas cargas de la deuda. También el restablecimiento de las reglas fiscales proporcionaría una mayor claridad sobre el ritmo a mediano plazo de consolidación y estabilización y reducción de la deuda en la región.
“El debate sobre cómo afrontar el costo de la crisis y en qué plazo se convertirá en un elemento central de la formulación de políticas en la región en los próximos años. La consolidación fiscal y las reformas económicas para apoyar el crecimiento a medida que comience la reducción del gasto del sector público, pueden verse obstaculizadas por la fragmentación política y las próximas elecciones, que se darán en casi la mitad de los soberanos calificados por Fitch en la región entre la segunda mitad de 2020 y 2022”, concluyó la agencia en su evaluación.
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