La combinación de la crisis de Covid-19 y un invierno excepcionalmente templado en el hemisferio norte han puesto en marcha a que la demanda mundial de gas natural tenga su mayor declive anual en la historia, dijo la Agencia Internacional de Energía (IEA) en un nuevo informe sobre la situación y proyección del sector de cara a 2025.
Así, se espera que la demanda global de gas caiga un 4% o 150.000 millones de m3, el doble del tamaño de la caída luego de la crisis financiera mundial de 2008.
Esto pues ya en junio, todos los principales mercados de gas del mundo siguen experimentando caídas en el crecimiento. Para todo el año, se pronostica que los mercados más maduros en Europa, América del Norte y Asia verán las mayores bajas, lo que representa el 75% de la disminución total de la demanda de gas en 2020.
“Hasta ahora, el gas natural ha tenido un impacto menos severo que el petróleo y el carbón, pero está lejos de ser inmune a la crisis actual. La disminución récord de este año representa un cambio dramático de circunstancias para una industria que se había acostumbrado a fuertes aumentos en la demanda», dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA.
El exceso de oferta mundial está impulsando los principales índices de gas natural a márgenes récord, mientras que la industria en general sigue reduciendo el gasto y posponiendo las decisiones de inversión para compensar el importante déficit en los ingresos. Aunque se espera un repunte en 2021, la IEA no supone un rápido retorno a la trayectoria previa a la crisis.
«Se espera que la demanda mundial de gas se recupere gradualmente en los próximos dos años, pero esto no significa que volverá rápidamente a sus actividades habituales», dijo Birol.
Después de 2021, la mayor parte del aumento de la demanda tendrá lugar en Asia emergente, liderada por los mercados de China e India, donde el gas se beneficia de un fuerte apoyo político. En ambos países, el sector industrial es la principal fuente de crecimiento de la demanda, por lo que depende en gran medida del ritmo de recuperación en los mercados nacionales y de exportación de bienes industriales.
Las repercusiones de la crisis de Covid-19 generarán 75.000 millones de m3 de demanda anual perdida para 2025, que es la misma cantidad que el aumento de la demanda mundial en 2019.
Los principales impulsores del crecimiento futuro de la oferta, el esquisto de EE. UU. y los grandes proyectos convencionales en Medio Oriente y Rusia, también están bajo la presión del colapso actual del precio del petróleo y la incertidumbre que rodea las tendencias de la demanda a corto y mediano plazo.
A su vez, la IEA mencionó en su informe que el gas natural licuado (GNL) seguirá siendo el principal impulsor del comercio internacional de gas.
Esto debido a la ola de inversión en proyectos de GNL durante 2018 y 2019, lo que traerá capacidad de exportación adicional en América del Norte, África y Rusia, principalmente.
Es probable que un crecimiento más lento de la demanda mundial de gas en los próximos años resulte en una capacidad que supere las importaciones de GNL hasta 2025, limitando el riesgo de un mercado de GNL ajustado por el momento.
También es factible que nuevos proyectos de producción e infraestructura entren en línea en medio de tendencias de crecimiento que están marcadamente por debajo de las expectativas anteriores, lo que refuerza la posibilidad de un exceso de capacidad y precios bajos. “Esto arroja una sombra sobre las inversiones futuras, que serán necesarias a largo plazo para garantizar la renovación de las fuentes de producción y la seguridad global del suministro”, concluyó la EIA en su análisis y proyección sobre la situación.
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