Hoy Grupo Argos reveló la actualidad sobre la operación de los aeropuertos que controla a través de los concesionarios Opaín en El Dorado en Bogotá y Quiport en el terminal Mariscal Sucre de Quito, afectados por la coyuntura del Covid-19 y las restricciones en el tráfico aéreo.
Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, compañía del holding enfocada en sus concesiones, indicó que el impacto ha sido fuerte debido al menor tráfico de pasajeros en los aeropuertos por las medidas gubernamentales impuestas en ambos países que han llevado a decrecimientos en las cifras de 2020 respecto al año pasado.
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De este modo, el movimiento total de pasajeros en El Dorado en el primer trimestre solo fue de 7,6 millones, bajando un 6%, mientras que en el terminal de Quito el descenso fue de un 17%, movilizando solo un millón de pasajeros.
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A su vez, el impacto en el transporte de carga también es ostensible pues El Dorado está operando solo al 45% de su capacidad para carga. A su vez, Quiport en Ecuador opera al 40% de su capacidad de carga.
Ossa también reveló que, por la situación, Opaín ha decidido suspender algunas inversiones de iniciativas privadas de expansión en el aeropuerto El Dorado.
El presidente de Odinsa reveló a Valora Analitik en 2019 que, con las ampliaciones por realizar, el terminal aéreo de Bogotá pueda tener capacidad para movilizar 70 millones de pasajeros por año hacia 2030.
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Los ingresos en el primer trimestre para Opaín bajaron un 5%, debido al impacto del Covid-19, totalizando así $250.000 millones, pues un mes de ingresos promedio está alrededor de $90.000 millones, indicó el presidente de Odinsa.
De su parte, Ossa también explicó que Avianca tiene con el concesionario una cartera pendiente cercana a $21.000 millones, de los cuales cerca de $18.000 millones son las tasas aeroportuarias como fuente del contrato de concesión, monto que considera no tiene mayor exposición como cartera coyuntural por la parálisis y son pagos que se suelen hacer en un corto plazo como parte del trabajo operativo.
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