Valora Analitik y HiCue Speakers, la agencia de conferencistas líder en América Latina, llevaron a cabo la segunda conversación #ElNuevoNormalEs, con la participación de José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda y ex codirector del Banco de la República y Marc Hofstetter, profesor de Economía en la Universidad de los Andes y Ph.D. en Economía de The Johns Hopkins University, quienes abordaron cómo navegar la nueva economía, ante los retos que presenta el Covid-19 para Colombia.
Ocampo inició con que “nunca hemos visto una situación parecida a la que estamos viviendo”, y abordó los efectos de las cuarentenas, las cuales “tienen costos económicos enormes pues paralizan entre 40% y 50% de la actividad económica. Uno de cada tres trabajadores lo hace por medios virtuales, pero las dos terceras partes quedan sin oficio y están sin ingresos. Ese es el principal problema y es muy grave”.
A su vez, recordó que las más recientes estimaciones de Fedesarrollo y el Banco de la República dicen que cada día de cuarentena cuesta al país entre $1,5 y $2 billones, por lo que un mes de cuarentena puede costar a la economía entre $50 y $60 billones.
En este sentido, el principal problema es el empleo, pues tal como reveló recientemente el Dane con su informe del mercado laboral para marzo, se perdieron 1,6 millones de empleos aun sin tener el pleno impacto de la cuarentena.
Por su parte, Hofstetter comentó que, tras casi 50 días en Colombia, el pico de contagios aún no ha llegado. “Comparado con otros países nos encerramos muy pronto, el déficit fiscal ya se estima en el 6% y se ha gastado una porción significativa de la munición fiscal y la paciencia de la población. Percibo una tensión muy importante y lidiar con esos dos frentes es algo difícil de conciliar”.
A su vez, Ocampo explicó que, a pesar de las medidas económicas tomadas por el Gobierno, la protección del empleo no está funcionando de la mejor manera y se han presentado muchas quejas por el crédito por parte de las empresas por lo que, “ahora en la segunda emergencia este es el tema más importante que tiene que abordar el Gobierno”.
Agregó que es sumamente importante ver cuánto financiamiento se puede buscar con los bancos internacionales y el mercado de capitales para ver cómo se hace, pues según sus estimaciones se requerirían entre $60 y $70 billones para atender la emergencia, lo cual es una cuantía bastante grande.
Bajo este panorama inicial, Ocampo apuntó a tres grandes retos a futuro, superada esta crisis: primero el empleo, con un número muy grande de personas que perderán sus ingresos. En segundo lugar, el colapso del petróleo deberá asumirse para desarrollar nuevos sectores exportadores y el tercero será asumir la deuda pública que va a quedar con el impacto tan grande que representa la baja de impuestos para lo cual debería contemplarse desde ya una posible reforma tributaria.
En ello coincidió Hofstetter, quien dijo que una reforma tributaria sería buena abordarse desde ya, pensando en nuevas reglas tributarias que entren a vigor en el futuro, lo que podrá darle más certidumbre al sector financiero y se deberían contemplar incrementos en impuestos que entren en vigor en uno o dos años, cuando ya se haya superado buena parte del problema que representa la pandemia por Covid-19.
Una solución a la actual situación que planteó Ocampo, por su parte, fue la financiación a pequeñas empresas, la cual en su concepto no se ha desarrollado de la mejor manera pues “lo que está dando el Gobierno para el sector vulnerable es muy poco”, enfatizó.
En este sentido, explicó una propuesta bajo la cual se podría financiar medio salario mínimo para pequeñas empresas, lo que representaría cerca de $4 billones o 0,4% del PIB, algo que “es perfectamente financiable. Las cajas de compensación serían un buen soporte para financiar estos mecanismos para el empleo”, aseveró.
Esto pues considera que el tema de créditos no se ha manejado muy bien en el sector empresarial, por lo que hay que pasar a subsidiar directamente el empleo. “Manejar eso con solo créditos no ha sido viable”, dijo Ocampo.
También indicó que «por transparencia debemos saber cómo han llegado los $24 billones, y adicionales, que ha adquirido el Gobierno a través de diferentes mecanismos».
Po su parte, Hofstetter se sumó al comentar que la financiación y el crédito no son suficientes para sostener la economía ante la situación pues “nos faltan dos o tres meses de crecimiento de casos para que el sector productivo opere plenamente. Veo dificultad que el crédito fluya y no veo otra alternativa a que el Gobierno financie por tanto tiempo a las empresas. Lo mejor es que de a poco estas vayan reactivándose y haciéndolo por sí mismas. Lo que hay que hacer es un enorme esfuerzo para que las prácticas ciudadanas sean las más apropiadas para que el contagio sea el menor posible y se generen sus propios ingresos. No veo que el crédito ni el financiamiento del Gobierno tengan el suficiente vapor para hacerlo por mucho más tiempo”, apuntó.
Esto pues en su opinión, el crédito a las empresas vía préstamos se dificulta pues el sector bancario, a pesar de las grandes garantías existentes, para que lo haga sin saber si una empresa puede generar ingresos dentro de dos meses o dentro de un año, no es sorprendente que no esté llegando lo que, en parte, tiene que ver con el hecho de que la economía colombiana se cerró pronto.
Ocampo volvió a plantear tres soluciones relacionadas con los retos a futuro y dijo que para el empleo se deberá pensar en un paquete de medidas de emergencia ante el cerca de 20% de población que se estima estará sin trabajo tras la pandemia. En segundo, una estrategia para diversificar las exportaciones en grande, porque la escasez de divisas va a frenar el crecimiento económico, aunque esto no es sencillo debido al colapso del comercio internacional, por lo cual debe ser una estrategia inteligente. Por último, el tema fiscal, pues los beneficios tributarios aprobados en la Ley de Crecimiento Económico deberían ser pospuestos para dentro de dos o tres años y trabajar en una nueva reforma estructural, ante las múltiples exenciones que ofrece el sistema fiscal colombiano.
En cuanto a la opción de que el Banco de la República soporte al Gobierno con algún tipo de préstamo, Ocampo explico que esto no puede verse como una primera opción ni algo recurrente pero que se podría hacer ante “una situación extraordinaria pues los bancos centrales del mundo han estado haciendo cosas heterodoxas, tal como lo está haciendo el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal”.
En tanto, Hofstetter comentó que esto aún no debería considerarse si no se ha llegado al pico de casos en Colombia, pues se generaría un brote inflacionario de primer orden, por lo cual no lo considera todavía conveniente.
Ocampo concluyó con que la actual situación “es una circunstancia excepcional que amerita soluciones excepcionales. Puede ser un crédito al Gobierno, pero hay más alternativas y el Gobierno debe considerar seriamente acceder al mercado internacional”.
Reviva la segunda conversación de El Nuevo Normal:
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