El ministro de Economía de Argentina, Martin Guzmán, dijo que la propuesta de un impuesto único al patrimonio formará parte de un nuevo paquete de políticas con el objetivo de mitigar el impacto de la crisis del coronavirus.
El impuesto, según dilucidó, está siendo diseñado por parlamentarios del partido gobernante Frente para la Victoria (FPV) para aplicar a las 12.000 personas más ricas del país, gravando a aquellos que tienen activos por más de US$3 millones.
El funcionario aseveró que el Gobierno debe seguir tomando esas medidas para proteger a la población durante la crisis de Covid-19, pero también necesita una forma de financiar esas políticas y, por eso, argumentó que es razonable gravar a quienes están en la posición financiera más sólida.
El ministro no dio detalles sobre las nuevas políticas de gasto, pero dijo que los anuncios llegarán en las próximas dos semanas.
Las políticas destinadas a mitigar el impacto económico de la crisis —sostuvo Guzmán— se adaptarán a medida que cambien los efectos de la pandemia, siendo el alargamiento del bloqueo la razón principal por la que es necesario expandir la ayuda fiscal.
Reestructurar deuda
De otro lado, Guzmán manifestó que espera que los tenedores de bonos valoren la oferta de reestructuración de deuda que el Gobierno está a punto de lanzar formalmente, pero también afirmó que es probable que haya un período de negociación que comenzará en los próximos días.
El ministro consideró la oferta “seria y razonable”, puesto que haría que el país pague lo más que pueda al tiempo que conserva suficiente espacio fiscal para permitir que la economía crezca después de una larga recesión.
Hasta ahora —expuso el funcionario— las demandas de los tenedores de bonos están completamente desalineadas con la capacidad de pago de Argentina.
Sin embargo, detalló que habrá un período de negociación con el lanzamiento formal de la oferta, durante el cual espera que las partes puedan mejorar su entendimiento mutuo.
Según el periódico La Nación, la oferta «de buena fe» implica una reducción en la carga de intereses de 62 % (US$37.900 millones), un alivio en el stock de capital (5,4 % o sea, US$3.600 millones) y un período de gracia por tres años, hasta 2023.
Eso significa que el Gobierno no pagaría hasta 2023. Ese año, el país empezaría a abonar un cupón promedio -una tasa de interés- de 0,5 %.
Las mismas irían creciendo a niveles «sostenibles». El cupón promedio rondaría el 2,33 %, según se informó oficialmente.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, explicaron algunos de los detalles de la propuesta en la Quinta de Olivos junto a varios gobernadores y a los principales aliados políticos, entre ellos la vicepresidenta. Eran algunas de las precisiones que esperaba el mundo financiero sobre los principios del diseño en el que se basa la oferta.
«Hoy la Argentina no puede pagar nada. Durante ciertos años no puede pagar nada», dijo Guzmán, quien abrió el encuentro y ratificó los apoyos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el G20 y el G7 al país. «Aún no se ha llegado a un entendimiento [con los acreedores privados] sobre qué es sostenible», anticipó el ministro, que dijo además que daría 20 días a los bonistas para analizar la propuesta que presentará oficialmente mañana.
(Con información de CEEMarketWatch y La Nación)
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