El consejo de Boeing discute si reducir o suspender la producción del avión 737 Max, según publicó hoy The Financial Times.
El 737 Max ha estado bajo sospecha desde marzo, tras sufrir dos accidentes en los que fallecieron 346 personas. Las esperanzas de Boeing de cuándo podría volver al servicio se han retrasado repetidamente a medida que la Administración Federal de Aviación de EE. UU. y los reguladores de Europa a China planteaban nuevas preguntas sobre las soluciones propuestas.
La compañía redujo su producción del Max una quinta parte en abril, a 42 aviones por mes. La compañía ha desvelado un impacto en los beneficios de 5.600 millones de dólares por compensaciones a los clientes y otros 3.600 millones en costes adicionales para el programa 737.
Había esperado elevar su producción a 57 aeronaves en 2020, pero otro recorte o una interrupción temporal de la producción estaba sobre la mesa de la reunión del consejo iniciado este fin de semana y podría generar miles de millones de dólares en nuevos costes.
El 737 Max se produce en la planta de Boeing Renton en el estado de Washington, que emplea a unas 12.000 personas. La compañía podría reasignar personal a otros programas hasta que pueda volver a su nivel de producción prevista para el Max.
Un portavoz de Boeing se negó a comentar sobre las deliberaciones del consejo, de las que se hizo eco por primera vez The Wall Street Journal.
«Continuamos trabajando estrechamente con la FAA y los reguladores globales para la certificación y el retorno seguro al servicio de Max», dijo la compañía. «Continuaremos evaluando las decisiones de producción en función del momento y las condiciones de retorno al servicio, que se basarán en las aprobaciones regulatorias y pueden variar según la jurisdicción», finalizó.
(Con información de Expansión)
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