En su primer discurso como directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, lanzó varias críticas sobre la situación económica global, pero, sobre todo, sobre la guerra comercial y la desaceleración de grandes países.
Hace dos años, dijo, la economía mundial se encontraba en un período de auge sincronizado. En términos de PIB, casi el 75 % del mundo estaba en fase de aceleración.
Hoy es aún mayor la proporción del mundo que está sincronizada, pero, en su opinión, lamentablemente esta vez el crecimiento se está desacelerando.
El FMI prevé que, en 2019, el crecimiento disminuya en casi el 90% del mundo.
La economía mundial se encuentra ahora en un período de desaceleración sincronizada, advirtió desde Washington en donde comienzan las reuniones anuales del ente multilateral.
Esta desaceleración generalizada significa que el crecimiento este año caerá a su tasa más baja desde principios de la década, dijo la funcionaria.
La próxima semana, anunció, publicaremos nuestro informe sobre las perspectivas de la economía mundial, que mostrará revisiones a la baja para 2019 y 2020. Las cifras generales reflejan una situación compleja, aseguró.
En Estados Unidos y Alemania, el desempleo se encuentra en mínimos históricos. Aun así, en las economías avanzadas, inclusive Estados Unidos, Japón y, en especial, la zona del euro, se observa una moderación de la actividad económica.
En algunas de las principales economías de mercados emergentes, como India y Brasil, la desaceleración es incluso más pronunciada este año. En China, el crecimiento se está reduciendo gradualmente con respecto al rápido ritmo que ha llevado durante muchos años.
“Las precarias perspectivas plantean desafíos para muchos países que se ven confrontados con dificultades, incluidos algunos de los países que están aplicando programas del FMI. A pesar de esta desaceleración general, se pronostica que en casi 40 economías de mercados emergentes y en desarrollo, incluidas 19 economías de África subsahariana, las tasas de crecimiento real del PIB superarán el 5%”, destacó en su presentación.
Al mismo tiempo llamó la atención sobre que el crecimiento del comercio mundial prácticamente se ha paralizado.
En parte debido a las tensiones comerciales, a escala mundial la actividad en el sector de manufacturas y la inversión se han deteriorado sustancialmente.
“Existe un riesgo grave de que los servicios y el consumo pronto se vean afectados. Y las fracturas se están extendiendo. Hoy hay contiendas entre muchos países y abarcan otros temas fundamentales. Una vez más, las monedas están en el centro de la escena. Debido a la interconexión de nuestras economías, pronto serán muchos más los países que sientan el impacto”, dijo la jefa del FMI.
La incertidumbre —provocada por las tensiones comerciales, pero también por el Brexit y las tensiones geopolíticas— está frenando el potencial económico, dijo Georgieva.
Aun cuando el crecimiento repunte en 2020, agregó que las grietas actuales podrían provocar cambios que duren toda una generación: cadenas de suministro rotas, sectores comerciales compartimentados y un «muro de Berlín digital» que fuerce a los países a elegir entre sistemas tecnológicos.
En una guerra comercial, todos pierden, dijo, tras revelar que, para la economía mundial, el efecto acumulativo de los conflictos comerciales podría suponer una pérdida de aproximadamente US$700.000 millones para 2020, alrededor del 0,8 % del PIB. Esto es aproximadamente el tamaño de toda la economía de Suiza.
“Por lo tanto, debemos trabajar de forma conjunta, ahora, y encontrar una solución duradera para el comercio. Esto requiere decisiones difíciles y voluntad política. Pero justifica el esfuerzo”, concluyó.
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