Para mañana a las 9:00 am está citada la sala de decisión del Consejo de Estado en la que se resolverá el futuro de los actos administrativos que permiten la exploración y explotación de crudo no convencional (fracking).
Como se sabe, en noviembre de 2018 el tribunal tomó una medida cautelar: suspender la normatividad que permite en el país el uso de técnicas para la explotación de crudo usando técnicas en la roca generadora.
Las normas suspendidas fueron el Decreto 3004 del 26 de diciembre de 2013 y la Resolución n.° 90341 del 27 de marzo de 2014.
En el fallo que emitió la Sección Tercera del Consejo de Estado se dijo: «toda vez que su aplicación comporta la vía libre a la técnica del fracking y puede generar un daño potencial o riesgo grave e irreversible para el medio ambiente y la salud humana, en tanto subsisten dudas razonables de que las medidas adoptadas sean suficientes para su protección».
Por el momento se desconoce si el tribunal emitirá un comunicado o convocará a rueda de prensa para explicar el alcance de la decisión.
Al conocer esta decisión, el Gobierno presentó un recurso de súplica para pedirles a los magistrados revisar la decisión.
La suspensión significa que, por lo menos mientras se resuelve la demanda, no puede operar dicha reglamentación a la espera de que el tribunal defina si es legal o no.
La defensa del Gobierno es que la técnica de fracking no afecta el ambiente ni provoca cambio climático, pero sí ayudaría al país a garantizar su sostenibilidad energética y evitar las importaciones de combustibles -con los costos fiscales que eso tendrá-.
Precisamente, el freno que tiene la reglamentación del fracking en Colombia llevó a Ecopetrol a emprender un camino de conocimiento. Para ello, firmó un acuerdo con la estadounidense Occidental Petroleum (OXY) con el fin de trabajar juntas en proyectos en Texas mediante el uso de dicha técnica.
Lo que sí es cierto es que usando fracking fue que Estados Unidos se convirtió en la última década en el mayor productor de petróleo del mundo.
«El riesgo de perder la autosuficiencia está a la vuelta de la esquina e implicaría grandes costos para toda la nación. Hoy en día, el horizonte de autosuficiencia en petróleo se encuentra en 6,2 años, mientras en gas es de 9,8 años, lo cual es precario, pero cuenta hoy con la posibilidad de ampliarse en caso de que se compruebe que los yacimientos no convencionales tienen el potencial estimado, y que los riesgos que conlleva su realización son controlables y mitigables”, manifestó Germán Espinosa, presidente de la Cámara de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol).
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