La colombiana Transportadora de Gas Internacional (TGI) espera que las bases de licitación del segundo proyecto de regasifcación de GNL del país se publiquen este año, como parte de los esfuerzos del gobierno por reforzar el suministro de gas.
La filial de Grupo Energía Bogotá (GEB) se encuentra entre los principales candidatos para adjudicarse el contrato de construcción y operación de la planta prevista para la ciudad portuaria de Buenaventura (en la foto) y el gasoducto asociado en la costa pacífica.
«La información más reciente que tenemos es que se llamará a la licitación en el cuarto trimestre, en línea con el cronograma establecido por la [Unidad de Planeación Minero Energética del Ministerio de Minas y Energía] UPME», señaló el director financiero de TGI, Julio Alarcón, a analistas en una teleconferencia sobre resultados.
«Con esto en mente, esperamos que el proceso licitatorio avance y la planta pueda comenzar a operar en 2023 y el gasoducto a fines de 2025».
Con un presupuesto de US$400 millones (mn), la terminal de regasificación debiera contar con capacidad para procesar hasta 400 millones de pies cúbicos diarios (Mpc/d, o 11Mm3/d) y almacenar hasta 170.000m3 de gas natural. La primera instalación de importación de GNL de Colombia, ubicada en Cartagena, entró en servicio en 2016.
El gasoducto de 75km —cuyo costo podría alcanzar los US$260mn— conectaría la terminal con Yumbo, en la zona periférica al norte de Cali, la tercera ciudad más grande de Colombia.
Según la UPME, el país podría sufrir déficit de gas natural en febrero de 2022 en un escenario de demanda promedio ante la falta de nuevos descubrimientos y la creciente demanda de las generadoras termoeléctricas.
TGI señala que logró un acuerdo con un socio internacional para formar una empresa mixta en partes iguales para ejecutar el proyecto. Los ejecutivos no revelaron el nombre del socio, pero medios locales informaron previamente que la española Enagás había mostrado interés en formar parte de un consorcio.
CONTRATOS
Mientras tanto, los ejecutivos mostraron un cauteloso interés en un posible acuerdo con Canacol que permitiría a la empresa canadiense exportar gas a la red de transporte de TGI desde el futuro ducto Jobo-Medellín.
«El interés siempre ha existido, pero la única información que tenemos se basa en artículos de prensa», dijo Alarcón. «La información es que el compromiso de contratos con Empresas Públicas de Medellín fracasó».
«Para que un proyecto como este funcione, debe haber certeza en cuanto al gas y una fecha límite. Canacol aún no lo entrega. Una vez que eso quede claro, obviamente nos interesaría el proyecto», añadió.
TGI espera renovar con la generadora Isagen el contrato de capacidad que vence en 2020. Sin embargo, una posible prórroga depende de los compromisos de energía firme de Isagén bajo el programa colombiano de cargo por confiabilidad.
Asimismo, existe incertidumbre acerca de si la petrolera estatal Ecopetrol renovará otro contrato que también expira el próximo año, advirtieron los ejecutivos.
TGI reportó una ganancia neta de US$42mn en el 2T19, inferior a los US$37,7mn del 2T18. El volumen de gas transportado se elevó de 440Mpc/d a 470Mpc/d en el período.
CÁLIDDA
Por su parte, la unidad peruana de GEB, Cálidda, registró utilidades de US$40mn en el 2T19, que representan un alza frente a los US$37mn del 2T18.
La base de clientes de Cálidda aumentó de 760.000 a 852.000, mientras que los volúmenes de ventas cayeron 0,1% a 778Mpc/d debido a una menor demanda estacional de los consumidores industriales, según una presentación.
La empresa con sede en Lima extendió su red de distribución en 716km, que en su mayoría comprenden ductos de polietileno de baja presión.
(Con información de BNAmericas)
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