Según el informe de sostenibilidad de Alpina de 2018, la compañía logró evitar la tala de más de 25.000 árboles gracias a la implementación de un plan de gestión estratégica ambiental basado en tres ejes que son el energético, el cambio climático y el manejo de agua y residuos.
Durante los últimos 10 años Alpina ha logrado reducir el ecoíndice de huella de carbono en un 26 %, gracias a la implementación de nuevas tecnologías, optimización del sistema de distribución, el uso de combustibles más limpios, buenas prácticas de conducción de la flota y programas de mantenimiento productivo.
“En la actualidad, todos los residuos post-industriales de fibras de celulosa son reincorporados al proceso de producción de las cajas de embalaje, lo que permitió evitar la tala de más de 25.300 árboles en 2018, contribuyendo así a reducir el ecoíndice de residuos generados por tonelada en 10,5 % desde 2011”, dijo Claudia Uricoechea, directora de Comunicaciones y Sostenibilidad de Alpina.
El informe resalta que, en cuanto al consumo de energía, desde 2010 se ha logrado reducir el ecoíndice en un 1,9 % por tonelada producida.
En el ámbito lácteo, la compañía alcanzó un promedio de 1,89 vacas en ordeño por hectárea y de 12.272 litros de leche por hectárea, acercándose al promedio nacional de Nueva Zelanda, el mayor competidor en producción de leche del mundo.
Adicionalmente, los proveedores de leche de Alpina aumentaron su productividad, pasando de un promedio de leche ordeñada de 17,1 litros por vaca al día durante 2017 a 17,8 litros por vaca al día en el 2018, revela el informe.
Al 2018 la compañía acumuló una inversión de $14.000 millones en iniciativas sostenibles y se espera que a partir de 2019 el monto para estos proyectos vuelva a incrementarse.