Según los datos de la más reciente encuesta de gestión global del riesgo realizada por la firma inglesa Aon, los inversionistas han venido perdiendo confianza debido a una serie de incidentes, cada uno de los cuales afectó la capacidad de la economía mundial para gestionar la volatilidad.
En la encuesta de Aon de 2019, la desaceleración económica y recuperación lenta de la misma, que fue clasificada por primera vez como el riesgo número uno al que se enfrentan las organizaciones en el momento más álgido de la crisis financiera hace 10 años, una vez más ocupa el primer puesto.
De hecho, Aon (proveedor mundial en gestión de riesgos y consultor de seguros y reaseguros, y soluciones de recursos humanos y servicios de outsourcing) dijo que, dada la naturaleza cíclica de la economía global, 14 industrias encuestadas predijeron correctamente en la encuesta anterior que la desaceleración económica sería su mayor riesgo.
El daño a la reputación, o marca, se ubicó como el segundo riesgo de mayor relevancia, seguido por las tasas aceleradas de cambio en los factores de mercado.
Julián Ávila, gerente en consultoría de Aon en Colombia, explicó sobre esta encuesta que es un informe que se consolida cada dos años con las percepciones de riesgo de 33 sectores industriales en todo el mundo “lo que la convierte en una encuesta muy diversa y, particularmente, este año, tuvo una representación de empresarios de América Latina en un 11%, dando fuerza a la presencia en la región”.
De acuerdo con el directivo de Aon, se destaca que tanto en los escenarios mundial, regional como en Colombia “se halla un común denominador y es que hay incertidumbre en los mercados, alimentada por la guerra comercial entre EE. UU. y China, así como también los cambios en los modelos normativos y de producción en áreas como manufactura, pero que deben empezar a verse vistos como oportunidades”.
Otro riesgo que resalta en la encuesta de Aon es la interrupción de negocio, una situación que se ha visto recientemente en Colombia como consecuencia del cierre de la vía al llano, “afectando la cadena logística y de suministro, que no tiene las condiciones para satisfacer situaciones difíciles como esta y probablemente impacte tema de precios de alimentos para los consumidores y márgenes para algunos sectores”, agregó Ávila.
Desde una perspectiva regional se citan cuatro riesgos de la lista de los 10 principales riesgos de Aon en todas las áreas geográficas y estos son:
- Desaceleración económica/recuperación lenta
- Tasas aceleradas de cambio en los factores del mercado
- Competencia creciente e
- Interrupción comercial.
Si bien las organizaciones en América del Norte consideran que el riesgo cibernético es la amenaza número uno, no se ha incluido en la lista de los 10 principales riesgos en América Latina donde la conciencia pública sigue siendo relativamente baja.
Según Ávila, esto fue una gran sorpresa para la región pues “hay aún una subestimación del riesgo cibernético, sin decir que no haya exposición, pero no hay tanta sensibilidad y la noción de riesgo en Latinoamérica se ve más ligada a la regulación de protección de datos personales. Pero los modelos de protección digital van más allá de eso”, afirmó.
No obstante, si bien en la región es visto como algo distante según la encuesta, en Colombia este riesgo si se encuentra entre los principales cinco y que muestra que las empresas están haciendo cada vez más apuestas digitales e innovadoras.
Riesgos a 2022
Para el 2022, los principales riesgos que tienen las compañías son la desaceleración económica, las tasas aceleradas de cambio en los factores de mercado y los ataques cibernéticos, mientras que un ítem como la reputación de marca cae al lugar 10.
El impacto de las criptomonedas es el riesgo que ocupa el último lugar para las compañías, según la encuesta de Aon.
La encuesta es un reporte de investigación bienal basado en la web, ha recopilado las respuestas de 2.672 personas que toman decisiones de riesgo de 33 sectores de la industria.
Los perfiles de los participantes abarcan organizaciones pequeñas, medianas y grandes en 60 países de todo el mundo. Aproximadamente, el 66 por ciento de ellos representa a empresas privadas y el 21 por ciento a organizaciones públicas.
“Este tipo de reportes genera un valor agregado relevante para los empresarios pues muestra un contexto global de riesgos para tomar decisiones claves y de mercado muy importantes, pues la incertidumbre es un común denominador en el sector empresarial y es fundamental conocer lo que está pasando en otras industrias y países”, concluyó Ávila.
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