Andrés Trujillo, gerente de la Empresa Férrea Regional de Cundinamarca, explicó a Valora Analitik la forma en la que se buscarán los recursos para financiar la construcción de la obra de infraestructura.
Reveló que la firma Corredores Davivienda ganó el concurso para ser la banca de inversión del proyecto, mientras que la firma de abogados Posse Herrera Ruíz es el asesor legal.
El directivo dijo que se está estructurando una operación de financiamiento con el sistema financiero local por parte de la Empresa Férrea Regional para obtener los recursos de caja para sufragar las obras de acuerdo con el cronograma.
Esa operación de financiamiento con el sistema financiero tiene como propósito adelantar las vigencias futuras que la Gobernación de Cundinamarca y el Gobierno Nacional comprometieron durante los próximos diez años.
Se espera que el cierre financiero por los $1,5 billones que cuesta la obra civil del Regiotram esté listo antes de finalizar el año, dijo Trujillo.
Detalló además que el recaudo del tren local será ejecutado por el concesionario ganador de la licitación y se evaluarán medios de integración de las diferentes formas de pago entre el Regiotram, Transmilenio y el Metro de Bogotá.
En la entrevista, el funcionario dijo que todavía se encuentran en estudio los requisitos mínimos para los oferentes del proyecto, pero aclaró que deberán cumplir con las exigencias financieras y de antecedentes en proyectos similares en otras regiones del mundo.
Durante la presentación del proyecto, en la que participó el gobernador Jorge Rey se revelo que quedó por fuera de la estructuración definitiva de Regiotram un ramal que conectaría con el nuevo aeropuerto Eldorado 2, teniendo en cuenta que esa nueva terminal aérea está en estudio a la espera de la definición del Gobierno sobre su viabilidad.
La inversión global del proyecto Regiotram será de $2,1 billones y buena parte de este total será pagada con el adelanto de las vigencias futuras por parte del departamento de Cundinamarca, eso significa que no tendrá que haber un cierre financiero alto por parte del sector privado para financiar la obra.