Empresas Públicas de Medellín (EPM) concluyó satisfactoriamente el cierre de la compuerta dos de la casa de máquinas del proyecto Hidroituango y anunció que continuará monitoreando durante las próximas horas el comportamiento del macizo o montaña y de los caudales.
La compuerta cerrada es una estructura de acero que pesa 85 toneladas, mide 4.70 metros de ancho por 7.30 de alto y tiene un espesor de 80 centímetros.
La operación de cierre de la compuerta se inició a las 6:00 a.m. cuando, después de análisis, pruebas y preparativos, se activó la unidad oleohidráulica que, a través de un proceso automático, permite regular, en forma controlada, la velocidad de descenso de la compuerta, a razón de un metro por cada 3.45 minutos.
Inicialmente, como una primera parte del proceso, fueron poco más de 30 minutos en los que la atención del equipo técnico estuvo centrada en el descenso de la compuerta, monitoreando además un conjunto de variables, en especial el comportamiento del macizo rocoso y la medición de los caudales en el portal de salida de los túneles de descarga.
En la operación de cierre de la compuerta solo estuvieron presentes cinco ingenieros, con la supervisión permanente de los integrantes del Centro de Monitoreo Técnico.
Una vez cumplido el descenso de la compuerta, se realizará un monitoreo minuto a minuto, durante seis horas, del comportamiento de la casa de máquinas y la montaña, así como de los caudales de salida y del agua que empiece a llegar al embalse.
La tercera parte corresponde a un monitoreo constante durante 48 horas, con el fin de verificar que la tarea se cumplió de acuerdo con lo esperado e identificar y atender oportunamente cualquier imprevisto que haya podido presentarse.
En caso de registrarse una anomalía el periodo de monitoreo se prolongará hasta asegurarse de que los indicadores son estables, dijo la empresa.
Explicó que cerrar esta primera compuerta disminuye los riesgos para la población aguas abajo del proyecto, toda vez que la casa de máquinas no fue construida como un sistema de descarga del río Cauca.
En mayo de 2018, cuando aún no estaba terminada la construcción de la presa, la casa de máquinas tuvo que ser habilitada como un canal para la descarga del agua del embalse, ante la probabilidad de que se presentara un rebosamiento.