Las directivas de Cementos Argos (filial de Grupo Argos) se mantienen optimistas sobre la recuperación sus volúmenes de venta y sus operaciones, aunque reconocieron que el 2018 será un año de decrecimiento para el mercado cementero en Colombia.
Su expectativa de Ebitda (ganancia antes de impuestos) para el presente año en sus operaciones es de US$270-280 millones, mientras estima que continúe la recuperación del mercado impulsada por el sector residencial e infraestructura.
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En la teleconferencia de resultados del segundo trimestre se dijo que para 2018, la empresa espera que los despachos para infraestructura serán por alrededor de 200.000 toneladas. Prevé que 2019 y 2020 sean los años de “pico en el consumo”.
Entre 400 mil y 500 mil toneladas de despachos se proyectan para 2019, una recuperación considerable con respecto a las 200 mil toneladas estimadas para 2018.
La filial del Grupo Argos proyecta que la infraestructura compense el desempeño del sector residencial que, tal como lo reconoció ayer el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, viene decaído como consecuencia de la desaceleración en las inversiones que, a su vez, cayeron por la crisis del petróleo en años recientes.
Para sus operaciones en el Caribe y Centro América, Cementos Argos calcula un crecimiento estable de volúmenes de cemento. Honduras y Panamá, dijo, continuarán apalancándose en sus políticas fiscales para promover la infraestructura, lo cual será favorable para sus operaciones.
Con base en ello, se espera que las operaciones en Honduras compensen las “condiciones retadoras en Panamá”.
El Ebitda total proyectado para el 2018 es entre $1,6 billones y $1,75 billones (incluyendo desinversiones).
En cuanto al presupuesto de inversión (Capex), Cementos Argos estima que para 2018 termine siendo de US$140-150 millones (incluye mantenimiento).
Otros US$50-60 millones serán compromisos para la expansión de su planta de Sogamoso, Boyacá.
En la teleconferencia de resultados del segundo semestre, los directivos de las empresas reportaron un aumento de los costos que se basó en los valores de los combustibles, aunque destacaron que ha elevado el uso de combustibles alternativos, “pero queda mucho por hacer”.
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