La Costa Caribe es un mercado de energía con alto potencial de crecimiento, con más de 11 millones de usuarios, un acelerado desarrollo industrial y una importante proyección de aumento de la demanda. Es por ello que el negocio de comercializar y distribuir la energía eléctrica en la región no le es indiferente a inversionistas que visionan buenos resultados con esta operación.
El ministro de Minas y Energía, Germán Arce, anunció que se está trabajando para que antes de terminar el actual Gobierno, ya sea en la última semana de julio o la primera de agosto, quede abierta la convocatoria para buscar el nuevo operador que reemplazará a Electricaribe, actualmente intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos y en proceso de liquidación.
Los inversionistas
Entre las empresas que “suenan” para entrar en la puja por Electricaribe hay importantes jugadores del sector energético nacional e internacional, tales como Celsia, el Grupo Energía de Bogotá, el Grupo Enel y el fondo Brookfield. No obstante, ninguno ha manifestado oficialmente su interés en el proceso.
El Grupo EPM también estaba en la baraja de interesados, sin embargo, la crisis con el proyecto de Hidroituango la hizo desistir. El gerente de la compañía, Jorge Londoño, dijo que no estaban interesados en la subasta pues su atención está concentrada en la recuperación de Hidroituango.
Los expertos consultados por el diario El Heraldo tampoco descartan la posibilidad de que Naturgy (antes Gas Natural Fenosa), vuelva a asumir el manejo de la empresa bajo ciertos compromisos con el Gobierno.
Uno de los escenarios que se contempla, a pesar de que el propósito inicial del Gobierno es tener un solo operador en la región, es que el mercado sea atendido por varias empresas, que podrían ser Celsia, Grupo Energía Bogotá (GEB) y Codensa
Celsia es la empresa de energía del Grupo Argos, la cual por medio de Epsa (Empresa de Energía del Pacífico) atiende a más de 600 mil clientes en el suroccidente colombiano.
El fondo canadiense Brookfield es propietario de Isagén y de la Empresa de Energía de Boyacá (Ebsa), entre otros. También se quedó hace poco con las acciones de la empresa Gas Natural.
El Grupo italiano Enel es una multinacional energética, del que hacen parte Codensa y Emgesa.
De acuerdo con los analistas, la decisión final de los inversionistas dependerá de temas como los pasivos que deberán asumir, al igual que el precio base y las reglas de la subasta. En la primera fase, se fijará un plazo de cuatro meses para recibir las ofertas de los interesados.
El proceso
Para que el proceso de subasta sea atractivo y pueda interesar a los mejores postores, el Gobierno ha tomado diversas medidas como la actualización de la metodología de remuneración de la distribución de energía con la Resolución 015 de 2018 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), con la que el nuevo operador aseguraría la recuperación de las inversiones que realice.
Además, se levantará el tope regulatorio que restringe la participación en el mercado al 25% por parte de las empresas que operan en el país. Medida que abre espacio para que compañías, con participación cercana al 25% en la cadena de energía, puedan entrar a pujar por Electricaribe.
Específicamente dos de las más grandes empresas del sector se benefician con este cambio, son: Codensa que tiene 24% de participación en el mercado y EPM, con el 21%.
“No es necesario tener este tope, porque estamos en un sector regulado que define lo que pueden cobrar las empresas al igual que sus estándares”, explicó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, cuando anunció la medida.
Para el analista Carlos Diago, levantar el tope de participación podría llevar a una monopolización del mercado. “La empresa que tenga la mayor participación podría tomar decisiones sobre las tarifas que no le convengan a la región y lo haría desde el interior”.
Dos condiciones
El minhacienda dijo que el nuevo inversionista que llegue a la Costa Caribe debe tener dos condiciones para entrar en el mercado de energía. En primer lugar, debe tener experiencia y conocimiento en la operación de redes (distribución) y, segundo, contar con el músculo financiero para realizar las inversiones que se requieren en los próximos diez años y la compra de energía.
El primer año de inversiones se cubriría con recursos de crédito por $735 mil millones, respaldados por garantías soberanas de la Nación, estas se ejecutarían antes de la selección del nuevo operador que podría darse en un plazo de un año.
“Es el primer año de un plan de inversiones que después lo debe hacer el sector privado cuando la empresa vuelva a manos de este, por ello estamos analizando el mercado para determinar qué empresas podrían estar interesadas”, dijo Cárdenas e indicó que el nuevo operador deberá definir compromisos de inversión a futuro.
Las inversiones
Según datos del estudio de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), las inversiones que debe realizar la empresa en los próximos diez años ascienden a los 7 billones de pesos. Estos recursos se destinarían para mejorar los indicadores de pérdidas, calidad y recaudo.
“Es un negocio atractivo porque el de la Costa es el mercado que más crece en Colombia, y si bien el operador tiene que invertir va a tener oportunidades porque es el mercado más dinámico del país”, dijo el minhacienda.
Recuperar inversiones
Uno de los puntos clave que debe asumir el nuevo operador es desarrollar un plan de inversiones por $7 billones, en diez años, para mejorar las redes de distribución. La recuperación de la inversión será a través del cargo por distribución, cuya metodología recientemente fue actualizada por la Creg.
Si bien este sistema asegura un respaldo para la inversión que haga el operador en mejorar la calidad y reducir pérdidas de energía, representa un incremento en la factura mensual de energía para los usuarios, se calcula que el cargo aumentaría en un 20% aproximadamente.
Una propuesta alternativa para que los bolsillos de los usuarios no sean “golpeados” es que la Nación capitalice y suba su participación accionaria en Electricaribe; de esta manera los recursos no tendrían que ser asumidos por los clientes.
La Empresa Eléctrica Regional
Enmarcada en la figura de la Región Administrativa y de Planeación (RAP) surgió la propuesta de que el nuevo operador de Electricaribe sea una empresa de carácter mixto que se llamaría Empresa Eléctrica Regional, (con la participación de los sectores público y privado). La iniciativa fue presentada por el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y tiene el respaldo de inversionistas costeños.
La propuesta es ambiciosa y plantea que además de la comercialización y distribución de energía, también se maneje la generación y transmisión, es decir que involucraría a todos los actores de la cadena, para ello se espera contar con empresas como Urrá S.A., Gecelca, Transelca, Tebsa, Termoflores, Termocartagena y la misma Electricaribe.
La participación de los departamentos se daría a través de los planes de electrificación rural que desarrollen. El experto Carlos Diago dijo que el objetivo del proyecto es mantener unificado al mercado de energía de la Costa.
Además, contar con el componente de generación permitiría ofrecer energía a menor costo, lo que a su vez ayudaría a subir la participación de los clientes no regulados que ha bajado en los últimos años.